lunes, 30 de abril de 2012

Impuestos y Servicios Públicos

Ha comenzado en España la "campaña de la Renta". Millones de españoles hacemos la Declaración de la Renta y le pagamos a Hacienda lo que debemos, en función de lo que hayamos ganado en 2011. A lo largo del año pasado ya nos fueron descontando cada mes un tanto por ciento. El IRPF es una fuente principal de Ingresos de Hacienda. Además están el Impuesto de Sociedades, el IVA, los impuestos especiales. Y también, como parte de los Ingresos Públicos, trabajadores y empresarios pagan todos los meses las cuotas de la Seguridad Social. Con todos esos ingresos se pagan los servicios sanitarios, la educación, los servicios sociales, las inversiones públicas, las pensiones, la incapacidad temporal, el desempleo, etc. Los impuestos son muy necesarios, son imprescindibles para mantener los derechos sociales.
Precisamente en estos días el Gobierno de Rajoy está recortando derechos sociales, en sanidad, en educación, en salarios y condiciones de trabajo, etc. Un ejemplo es el RD 16/2012, del 20 de abril, que supone quitar el derecho universal a la atención sanitaria, con la introducción de copagos a los enfermos y los jubilados. El argumento principal es que hay un enorme Déficit en el Estado. Y es verdad. Un Déficit en 2011 del 8,5% del PIB. Lo que no dice es que la causa principal de ese Défcit es el desplome de los Ingresos Públicos. Si comparamos nuestras cifras con las de la Unión Europea (Eurostat, abril 2012), vemos que España tiene unos ingresos 9,5 puntos más bajos que la UE-27. Si recaudáramos la misma proporción que en la UE tendríamos superávit y no habría que recortar. La caída de Ingresos se debe, en parte, a la crisis económica. Pero en nuestro país, además, hay otros dos factores significativos. Uno es el fraude fiscal, que en España supone más de 70.000 millones €. El otro es la reducción de impuestos y aplicación de ventajas fiscales a las grandes empresas llevada a cabo en la época de crecimiento.
Para defender los derechos sociales es fundamental llevar adelante una Estrategia Nacional contra el fraude fiscal: programas de educación en la escuela, campañas de publicidad, refuerzo de los sistemas de control (inspección y sanción), etc. Además, es importante cambiar la normativa tributaria, para impedir los métodos de "ingeniería fiscal" que permiten a las empresas no pagar impuestos "legalmente" (ventajas fiscales): el Impuesto de Sociedades ha caído desde 44.820 a 16.601 millones €, entre 2007 y 2011.
Hemos de lograr entre todos que el fraude fiscal tenga un rechazo social tan rotundo como lo tienen los maltratadores. Y para esa pedagogía es un tremendo error aplicar una amnistía fiscal a quienes han evadido impuestos.
En el mismo sentido, España y desde luego los partidos de Izquierda en Europa, tienen que plantear una ofensiva continuada y sistemática contra los paraísos fiscales.
No se trata de subir los impuestos a los trabajadores y los pensionistas. Se trata de que paguen todos igual que pagamos usted y yo, igual que pagan los trabajadores y los empresarios que cumplen sus obligaciones. Se trata de impedir el fraude fiscal y de cambiar las leyes que permiten a grandes empresas y grandes fortunas no pagar nada, o pagar un 10% de sus beneficios, mientras usted paga el 20 o el 30% de su salario.