viernes, 23 de septiembre de 2016

Entre 2009 y 2014 el Gasto Sanitario Público se recortó en 8.634 millones. Mientras el privado creció 4.695 millones ¿Qué hará el nuevo gobierno?

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ofrece los datos de Gasto Sanitario hasta 2014.

Se pueden examinar dos series. Por un lado la del Sistema de Cuentas de la Salud (SCS), que recoge datos de gasto sanitario público y privado, y también gastos de servicios de larga duración. Por otro lado la Estadística de Gasto Sanitario Público (EGSP), que recoge los gastos de las Administraciones Públicas.

Según SCS, entre 2009 y 2014 el Gasto Sanitario Público (GSP) en España bajó en 8.634 millones, pasando de 75.460 millones € a 66.826 millones, un 11,44% menos.

Al mismo tiempo, el Gasto Sanitario Privado aumentó en 4.695 millones €, pasando de 24.200 a 28.985 millones €, un 19,4% más.

La disminución de gasto público se debe a los recortes, principalmente en inversiones e infraestructuras y en gastos de personal. También hay menos gasto púbico en medicamentos, que se pasa al bolsillo de los ciudadanos. 

En personal sanitario en las CCAA se ha reducido el gasto en más de 3.000 millones, desde 29.361 a 26.261 millones € (EGSP). Si suponemos un gasto medio por puesto de trabajo de 50.000€, esta cantidad equivale a 60.000 puestos de trabajo menos. Seguramente estaremos más cerca de los 80.000. La sangría para el sistema de salud ha sido importante. Lo mismo que la de infraestructuras.

Hay otra partida que ha disminuido aparentemente: el gasto farmacéutico.
Si miramos el gasto en CCAA (EGSP) vemos una disminución del gasto farmacéutico ambulatorio de 13.446 a 10.376 millones. € Pero, al mismo tiempo, el gasto farmacéutico privado ambulatorio ha subido de 4.273 a 6.547 millones € (SCS). Y, también al mismo tiempo, el gasto farmacéutico en hospitales ha subido en torno a 1.000 millones €. Es decir, el gasto farmacéutico total se mantendría, aunque parte de ese gasto lo soporten ahora directamente las familias (por desfinanciación de medicamentos “para síntomas menores” y por el copago a pensionistas): es el impuesto a los pacientes.

Esta privatización sanitaria afecta a la calidad del sistema (menos personal y menos medios técnicos, más tiempo de espera para ser atendido, etc.). Esta pérdida de calidad provoca que muchas personas que tienen recursos vayan a la sanidad privada y piensen que la pública no les resuelve su problema, etc. Aumenta la desigualdad de acceso, se reduce la equidad. Aumenta la insolidaridad fiscal. Un círculo vicioso.

En 2009 la proporción de gasto sanitario público sobre el total de gasto sanitario era de 75,7%. En 2014 esa proporción ha caído al 69,79%.  Si comparamos el peso de la sanidad pública en otros países de Europa (en torno al 80%) vemos cómo España ha retrocedido de forma preocupante.

Lo mismo ocurre con el peso relativo en el conjunto de la economía del país. En España el GSP en relación con el PIB se situó en el 6,3% en 2014. Mientras que en los países avanzados de Europa están en un 8-9%. Esto se traduce en un gasto sanitario público por habitante mucho menor: 1.419 euros en España, por 3.362 en Alemania.


Comparación gasto sanitario público países UE. Eurostat


GSP/habitante
%GSP/PIB
%GSP/Total
Alemania
3.362
9.3
84,63
Austria
3.002
7,79
75,88
Bélgica
2.887
8
77,58
España
1.419
6,3
69,79
Francia
2.817
8,7
78,65
Holanda
3.002
9,62
87,6
Reino Unido
2.744
7,84
79,58
Suecia
4.140
9,32
83,37


Los recortes hicieron retroceder la sanidad pública a favor de la privada. Es urgente revertir esta tendencia y recuperar el terreno perdido.

Los objetivos de un nuevo Gobierno progresista deberían hablar de un GSP de 8% del PIB; una proporción de GSP sobre el total de 80%; eliminar los copagos de pensionistas; recuperar la cobertura universal; recuperar plantillas e impulsar estrategias de personal que devuelvan la ilusión a los profesionales; desarrollar la Ley General de Salud Pública; reducir drásticamente los precios de los medicamentos; reforzar la colaboración intersectorial, especialmente con los Servicios Sociales y Educación; garantizar la participación activa de la ciudadanía en el cuidado y promoción de su salud; diseñar y aplicar una estrategia coordinada de las CCAA para actualizar tecnología e infraestructuras; aumentar la presencia en los programas de la UE e impulsar estrategias europeas de salud.


Ahora que se está debatiendo la formación del Gobierno sería bueno llamar la atención sobre la necesidad de que el nuevo ejecutivo apueste claramente por la sanidad pública.

jueves, 22 de septiembre de 2016

El Informe de Naciones Unidas sobre Acceso a Medicamentos desata la polémica


El pasado 14 de septiembre se publicó el Informe del Panel de Alto Nivel sobre Acceso a los Medicamentos, del Secretario General de Naciones Unidas. Un paso en la buena dirección para intentar resolver el problema de millones de personas que no pueden acceder a los medicamentos que necesitan, y ven cómo se viola sistemáticamente su derecho a la salud. http://www.unsgaccessmeds.org/final-report

Este Panel, formado por 15 eminentes expertos en derechos humanos, aspectos legales, económicos, comerciales y de salud pública en relación con los medicamentos y la innovación, se constituyó en Noviembre de 2015 co-presidido por Ruth Dreifuss y Festus Mogae. En estos meses han llevado a cabo consultas públicas y han recibido numerosas contribuciones.

El Informe ha sido recibido con satisfacción por las Organizaciones No Gubernamentales que denuncian la falta de acceso a los medicamentos ( como Médicos Sin Fronteras, Oxfam, Health Action International, Drug for Neglected Diseases initiative, Knowledge Ecology International…), pero ha obtenido el rotundo rechazo de los representantes de la industria farmacéutica y de la representación de los EEUU.

En palabras de James Love, de Knowledge Ecology Internationa, “la recomendación más importante de los expertos de Naciones Unidas es la separación del coste de la I+D de los precios de los medicamentos (“delinkage”). La coherencia política requiere garantizar la innovación y el acceso al mismo tiempo”. Es decir, cambiar el sistema de patentes de medicamentos por el que se financia la I+D vía precios por un Convenio Internacional sobre I+D de medicamentos que fomente la investigación y garantice el acceso.

También para Oxfam el Informe es muy importante. Winnie Byanyima afirma: “El acceso a los medicamentos no es solo un problema de los países pobres. Los altos precios de los medicamentos están afectando a los sistemas sanitarios de todo el mundo. Millones de personas están sufriendo y muriendo porque las medicinas que necesitan son demasiado caras. La ONU debe trabajar con los gobiernos para asegurar que las recomendaciones del Informe se llevan a cabo”.

En cambio, “EEUU muestra su decepción por los fallos fundamentales del Informe del Panel de Alto Nivel del Secretario General de Naciones Unidas sobre acceso a los medicamentos”. Para los EEUU no hay incoherencia entre los derechos humanos, las patentes y el comercio. Están convencidos de que las patentes y el comercio son quienes estimulan la investigación y el acceso a los medicamentos. “Llevar adelante las recomendaciones del Panel tendría consecuencias negativas”.

Por su parte la Federación Internacional de Asociaciones y Fabricantes de Medicamentos (IFPMA) opina que el informe del Panel es una oportunidad perdida para abordar de verdad las necesidades de los pacientes.
http://www.ifpma.org/resource-centre/biopharmaceutical-industry-calls-the-recommendations-of-un-high-level-panel-on-access-to-medicines-a-missed-opportunity-to-genuinely-address-patients-needs/

En el mismo sentido, “la Cámara de Comercio de los Estados Unidos  condena el Informe de Naciones Unidas que ataca a las patentes”.

Desgraciadamente, la evidencia muestra que el actual modelo de patentes, y su abuso sistemático con precios muy por encima de lo que costó la investigación, no está permitiendo que millones de personas accedan a los medicamentos que necesitan, aunque sí está generando importantes ganancias a grandes corporaciones y sus ejecutivos. Cada día mueren miles de personas en el mundo por esta causa. Se podría decir sin exagerar que las patentes matan. Por eso son bienvenidas las recomendaciones de los expertos de Naciones Unidas

A continuación recogemos algunas de las Recomendaciones del Informe.

- Preocupado por el efecto negativo que algunos acuerdos comerciales hayan podido tener en la capacidad de los gobiernos para mejorar el acceso a los medicamentos (disposiciones ADPIC-plus que refuerzan las patentes) el Panel de Alto Nivel de Naciones Unidas para el acceso a los medicamentos pide a los Gobiernos que velen para que en cualquier tratado comercial no se incluya ninguna cláusula que interfiera con sus obligaciones para garantizar el derecho a la salud. Como un primer paso, los acuerdos comerciales deberían incorporar una evaluación de impacto en salud pública, elaborada de forma transparente y puesta a disposición del público. [¡advertencia para el TTIP]

- Los Gobiernos deben revisar la situación de acceso a las tecnologías sanitarias en sus países a la luz de los principios de los Derechos Humanos y de las obligaciones de los Estados para garantizarlos, con asistencia de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas y otras relevantes entidades de Naciones Unidas. El resultado de estas evaluaciones debería estar disponible para el público. La sociedad civil debería recibir apoyo económico para remitir sus propios informes en relación con la innovación y el acceso a las tecnologías de salud. Estos análisis nacionales deberían repetirse regularmente.

- Los Gobiernos deberían exigir a los fabricantes y distribuidores de tecnologías sanitarias que facilitaran a las autoridades reguladoras y a las responsables de las adquisiciones, información relativa a: (1) los costes de I+D, producción, marketing y distribución de las tecnologías sanitarias a las que se ha dado autorización y se vayan a comprar; y (2) fondos públicos recibidos en el desarrollo de la tecnología sanitaria, incluyendo exenciones de impuestos, subsidios u otra forma de financiación.

- Los Gobiernos deben adoptar e implementar legislación que facilite aprobación de Licencias Obligatorias. Esa legislación debe ser diseñada para aplicar las Licencias Obligatorias por necesidades de salud pública de forma rápida, justa y predecible, particularmente en relación con medicamentos esenciales.

- El Secretario General de Naciones Unidas debería iniciar un proceso para que los gobiernos negocien acuerdos globales sobre la coordinación, financiación y desarrollo de tecnologías sanitarias. Esto incluye negociaciones para un Convenio Internacional vinculante sobre I+D que separe los costes de la investigación y desarrollo de los precios finales, y promueva acceso a la salud para todos.