domingo, 8 de diciembre de 2013

Mandela, defensor de la dignidad de todos los seres humanos

¿Cómo no enviar un abrazo desde aquí a Mandela, y a todo el pueblo de Sudáfrica?

¿Cómo no recordar también, modestamente, desde aquí a ese gran hombre y mostrarle respeto?

Yo me he preguntado en estos días de su despedida,

¿Cómo pudo salir de prisión, después de más de 27 años encerrado,  sin guardar rencor, sin mostrar odio y deseo de venganza?

¿Cómo siguió desplegando su imbatible sonrisa, cautivando corazones y convenciendo a todos de que era posible la concordia y reconciliación?

¿Cómo al ser liberado, cuando podía jubilarse con más de 70 años cumplidos, pudo y quiso empuñar el timón de su país para conducirlo por la senda de la paz, combatiendo el racismo?

¿Cómo, a lo largo de los años más duros, conservó siempre la esperanza y defendió la justicia para todos?

Su cuerpo se ha quedado quieto y mudo, pero su memoria y su aliento perdurarán vivas y fuertes mientras haya mujeres y hombres que no puedan vivir con dignidad.

Mandela es un grito de libertad y de alegría que se ha transformado ya en leyenda.

Descanse en paz.

2 comentarios:

  1. Hola Fernando, acabo de enterarme de que tienes esta web.
    Un cordial saludo
    Ulises Ruiz, urives@ucm.es

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  2. Hola Ulises, me alegro de saludarte. Estos días releí algo de Vuori y me acordé de ti.
    Un abrazo,
    Fernando

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