domingo, 28 de octubre de 2012

EUROPA NECESARIA, PERO NO ÉSTA



En su magnífico artículo “Europa que ansiosa nos devora” (www.noticiasdigital.es/index.php/oinion/rana/1352-europa-que-ansisosa-nos-devora-la-rana-del-tajo) Antonio Illán retoma los versos de Espronceda para retratar una Europa que es “solo un mapa lleno de rayujos y un lugar donde se cuecen las perversidades”. Y lleva razón.

No comparto la dirección de la política europea en este momento, marcada por una mayoría de Gobiernos conservadores. Es una dirección que parece en las manos de los grandes bancos europeos, los bancos alemanes, ingleses, franceses, italianos, españoles… Las medidas de política económica que aplican las instituciones europeas; los rescates a Grecia, a Portugal, a Irlanda; los recortes sociales impuestos a esos países, a España y a Italia; los préstamos a los bancos al 1% con el dinero de todos para que luego nos lo presten al 7%; la negativa a comprar deuda pública para evitar la especulación de los propios bancos, etc., etc. ¡No es esto! No es esta Europa la que quiero.

Pero sí pienso que Europa es necesaria. Que solos no podemos frente a estos Gigantes. El nuevo capitalismo financiero global que denuncio en mi Panfleto contra la codicia (http://bit.ly/PGPedo ), solo puede ser dominado desde una voluntad expresada a través de instituciones políticas con capacidad suficiente. EEUU, China, India, América Latina, Europa, África… Entidades políticas regionales o mundiales que puedan establecer unas nuevas reglas de juego a las que se sometan las grandes Instituciones Financieras y sus altos ejecutivos. Desde un país pequeño como España no es posible. Por eso reclamo una Europa más fuerte, más unida. Una Europa Federal. Por eso creo que se debería estimular la participación ciudadana en las elecciones europeas con la elección directa del Presidente de la Unión Europea. Se debe fortalecer Europa con un presupuesto más grande, y un sistema fiscal homogéneo, que permita hacer políticas y garantizar derechos (ahora es poco más del 1% del PIB); con partidos políticos europeos que defiendan los intereses de todos y no de una parte o de un sector. Y en ese marco institucional, intentar lograr mayorías de izquierda que puedan hacer políticas en beneficio de la mayoría y no de  unos pocos.

Sé que es muy difícil. Pero pienso que ahí está el objetivo. Por eso comparto el dolor de Antonio Illán por esa Europa desalmada y fría. Su rechazo a esa Europa. Pero pienso que tenemos que seguir intentando construir una Europa de los ciudadanos; una Europa con alma y con compromiso social. Una Europa de los "Illanes". Una Europa que pueda cambiar este nuevo capitalismo financiero global por un sistema más justo. En todo caso, tengo claro que Europa no es un fin, sino un medio.

Creo que la Unión Europea es necesaria más que nunca. Pero no ésta.

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