martes, 9 de octubre de 2012

SIN MENTE NO HAY PERSONA. CUÍDALA. CUIDÉMONOS.



El diez de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Es un buen momento para preguntarnos cómo tenemos la cabeza, y cómo se está atendiendo a las personas con problemas de salud mental.

La mente es la cualidad que nos hace personas, seres humanos. Esa función que permite a la persona tener conciencia de sí misma, razonar y tomar decisiones eligiendo entre varias posibilidades, complementando la fuerza de los instintos con la fuerza de la voluntad. Esa función que permite construir valores y situar unos por encima de los otros, jerarquizar, para elegir lo que mejor convenga a la supervivencia y la felicidad personal y la de la especie. La capacidad de decir que no, esto no está bien. La capacidad de decir sí quiero.

La mente es ese prodigio que nos permite hablar. Elaborar conceptos. Designar objetos. Codificar en unos sonidos esos conceptos y hacer palabras. Trasladar esos sonidos a unos trazos, unas letras, y construir reglas para que esas letras “suenen” como las palabras habladas y “signifiquen” lo que queremos decir, y así poder leer lo que escribieron nuestros antepasados hace más de mil años. Y más adelante trasladar esos códigos a máquinas que “digitalizan” esas letras en “bits” y permiten que tú y yo hablemos a miles de kilómetros, y nos veamos como si estuviéramos aquí.

La mente ha sido capaz de todo eso.

Pero la mente puede enfermar. Y esas enfermedades nos hacen sufrir mucho. Y no son fáciles de entender y de tratar, por la complejidad del cerebro y de la mente. Demasiadas veces estas enfermedades han destrozado la vida de la persona. Por eso se necesita investigar, estudiar, difundir el conocimiento. Se necesita una buena red de servicios sanitarios y sociales para atender de forma adecuada a quienes tienen problemas en el funcionamiento de su mente. Necesitamos hacer más esfuerzos para superar los prejuicios y el rechazo a las personas con enfermedad mental. El diagnóstico temprano es clave, y para ello la persona afectada y su familia deben perder el miedo a la enfermedad y al rechazo social.

Este año la Organización Mundial de la Salud ha elegido el lema “La depresión, una crisis mundial”, subrayando la importancia del problema (más de 350 millones de personas afectadas) y la necesidad de mejorar el acceso de todas a  los tratamientos adecuados.

Superar la enfermedad mental es un trabajo de todos. Y, además, es posible. Si hacemos bien ese trabajo las personas con enfermedad mental pueden/podemos superar nuestros problemas y desarrollar una vida positiva y feliz. Por eso es importante que hoy renovemos el compromiso para cuidar nuestra salud mental, para cuidar a nuestras familias y a los profesionales que nos atienden, y para exigir a los Gobiernos que garanticen servicios de salud mental de calidad para todos los que los precisemos.

¡Ánimo y suerte!

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