Me envía un compañero esta Carta abierta a la Presidenta de la Comunidad de Madrid.
En ella refleja una situación que afecta negativamente a las posibilidades de ofrecer una calidad adecuada en la atención primaria de salud, debido al exceso de presión asistencial. Por su interés la reproduzco en este blog.
Por la dignidad y el respeto que se merecen la Atención Primaria y los
pacientes que por ella son atendidos.
Madrid 21 de febrero de 2016
Estimada Sra. Dña. Cristina Cifuentes:
Como máxima responsable de la Comunidad de Madrid quiero poner en su conocimiento una
situación que afecta y puede suponer un grave riesgo para parte de sus ciudadanos.
Trabajo como médico de familia en el centro de salud “Mirasierra”. Desde hace años venimos
soportando una presión excesiva debido al gran número de pacientes asignados a cada
profesional (tanto médicos como enfermeras), pero esta situación ha empeorado
considerablemente debido a la creación y asignación de varias viviendas por ser actualmente
una de las zonas en crecimiento de Madrid. La ley establece (BOE 1575/1993 de 10 de
septiembre) un cupo óptimo de pacientes entre 1500 y 2000 por facultativo de atención
primaria, pudiéndose aumentar hasta un 20% en casos excepcionales y plenamente
justificados. Pues bien, en nuestro centro se superan los 2400 en la mayoría de los cupos y
algunos están cerca de los 2600.
Que quede claro que me gusta mucho mi trabajo, que he defendido siempre la sanidad pública
y que he participado activamente para el buen desarrollo de la Atención Primaria y la
medicina de familia en las que creo firmemente. No me importa trabajar mucho, con cierta
presión si las circunstancias lo exigen, pero lo que no estoy dispuesto es a asumir una situación
que por negligencia y falta de capacidad de los gestores responsables se convierta en un riesgo
para los pacientes que atiendo.
Es imposible atender bien a una población, cada vez más envejecida y con importantes
patologías crónicas con tal número de pacientes. Lo más preocupante es que a medida que
aumenta su número, se disminuye proporcionalmente el tiempo de atención y aumenta
exponencialmente la probabilidad de error. La práctica médica convive con cierta probabilidad
de error pero nunca debería ser debido a circunstancias ajenas al propio acto médico como
recursos materiales y humanos inadecuados para dar atención correcta y de calidad.
El papel del médico de familia es crucial para la adecuada atención sanitaria al ciudadano, para
coordinar la asistencia que recibe un paciente de los diferentes especialistas, para impedir
interacciones de medicamentos prescritas por los diferentes médicos, para adecuar los
tratamientos a las situaciones y características personales y familiares, para detectar
prontamente las diferentes patologías y decidir y coordinar la necesidad de atención en otros
niveles asistenciales, para realizar actividades preventivas, etc. En nuestra sanidad pública, sin
esta capacidad de gestión del paciente y de atención a sus necesidades reales, sin más
beneficio que los esperables y deseables para él, la probabilidad de cometer errores, la
posibilidad de realización de pruebas innecesarias o incluso perjudiciales, el peregrinar entre
diferentes especialistas sin clara justificación o las interacciones de fármacos prescritos en
diferentes ámbitos sería enorme.
Es por ello, porque creo en el papel del médico de familia y la importancia que tiene el que
trabaje bien para nuestra sanidad pública, por lo que ruego respeto hacia su trabajo. Si, solicito
reconocimiento y respeto. Y si se da importancia al trabajo que realiza se han de establecer las
medidas necesarias para que trabaje bien. Entre estas medidas se establecieron algunas que
eran consideradas básicas en nuestro sistema sanitario, como el trabajar en equipo, el
delimitar las zonas básicas de salud, el tener tiempo para la formación y la docencia, el crecer
investigando, y el tener unas poblaciones (cupos) ajustadas de forma que pudieran ser bien
atendidas.
La considero una persona sumamente razonable, sensible a los problemas de los ciudadanos
de los que es responsable, que cree, porque además lo ha vivido, en las cualidades de la
sanidad pública y que la defiende a pesar de que en su propio partido otros hayan pretendido
en épocas anteriores desviar la atención hacia los sectores privados para beneficio de terceros.
Es por ello que apelo a su capacidad y confío en que de alguna forma pueda cambiar la
tendencia que se manifiesta ahora en nuestro centro pero que sin duda será el futuro de otros
muchos. Herramientas hay, lo que hay que hacer es querer y cambiar la situación.
Es evidente
que si envejece la población y cada vez hay que atender a muchas más patologías crónicas en
situaciones mucho más desfavorecidas y que requieren mucha mayor cantidad de cuidados, se
necesitarán más profesionales para no disminuir la calidad que tenemos ahora. Pero hay otras
herramientas de gestión que no se aplican y que no son imposibles, como ajustar la población
por criterios de enfermedad o cronicidad (para eso están los nuevos sistemas de información),
cambiar la delimitación de las zonas básicas (nuestro centro está rodeado de otros que no
superan los 1800 pacientes por cupo pero parece un imposible la modificación de las zonas
básicas por parte de Ordenación Sanitaria y no debería ser así) y evidentemente aumentar los
recursos allí donde se demuestre su necesidad y se precisen.
De verdad que espero que haga algo por el bien de nuestros pacientes. No me dirigiría a Vd. si
antes no lo hubiese hecho con los que nos gestionan. Todos estamos en el mismo barco, y en
esta ocasión un marinerito que lleva remando muchos años se dirige al capitán, pero por una
causa que considero justa y prioritaria……hay una vía de agua enorme y solo doy la voz de
alarma para que no tengamos que lamentarlo el día de mañana diciendo que solo se salvaron
unos pocos y que los demás se hundieron por la ineptitud de algunos.
Fdo: Joaquín Morera Montes
Médico de Familia