sábado, 27 de enero de 2018

El Comité Ejecutivo de la OMS insiste en la transparencia de costes y precios de medicamentos.

También apuesta por la separar la fijación de precios de los costes de investigación, así como por el desarrollo de las “flexibilidades” de los ADPIC, entre otras, las licencias obligatorias.

Los avances de la OMS, como de otros organismos internacionales, son muy lentos. Las posiciones de algunos países hacen que se bloqueen muchas medidas necesarias para garantizar el acceso a los medicamentos en todo el mundo. Mientras tanto aquí en España y en todo el planeta, miles de personas sufren y mueren por no tener el medicamento que necesitan. Los pacientes no pueden pagar los copagos; los Sistemas de Salud no pueden financiar los precios altísimos de los nuevos medicamentos. A veces sientes rabia e impotencia de ver que el progreso en las acciones dirigidas a lograr medicamentos accesibles es muy pequeño. Pero, en todo caso, da la sensación, por los debates que se han producido en el Consejo Ejecutivo, que cada vez hay más países convencidos de que se necesita un cambio de modelo.

En este sentido, el 26 de enero, el Comité Ejecutivo de la OMS aprobó una Decisión (1) en la que urge a los países miembros a que adopten e impulsen las recomendaciones del Panel que revisó la Estrategia Mundial y el Plan de Acción en Salud Pública, innovación y propiedad intelectual (2).

Entre estas recomendaciones podemos destacar

“Los Estados Miembros apoyarán a la Secretaría de la OMS en el fomento de la transparencia y el conocimiento respecto a los costos de la investigación y el desarrollo”, elaborando informes en 2019 y 2021.

“Los EEMM alentarán la aplicación de planes que eliminen parcial o totalmente los vínculos entre los precios de los productos, y los costos de investigación y desarrollo, …”

“La secretaría de la OMS proporcionará orientación a los EEMM en materia de promoción y seguimiento de la transparencia en los precios de los medicamentos y la aplicación de políticas de fijación de precios y reembolsos”.

“La Secretaría de la OMS, en cooperación con los EEMM y otros asociados, establecerá mecanismos de seguimiento de los gastos directos que afrontan los pacientes para sufragar productos médicos”.

“…mejorar la eficiencia de la cadena de adquisición y suministro, en particular en lo relativo a la adquisición conjunta”.

“La Secretaría de la OMS, en colaboración con otras organizaciones internacionales que trabajan en el ámbito de la propiedad intelectual, promoverán el desarrollo de la legislación nacional que refleje plenamente las flexibilidades previstas en el Acuerdo sobre los ADPIC…”. Los Acuerdos sobre los Aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio incluyen una serie de flexibilidades, reforzadas en los acuerdos de DOHA, para poner por delante los intereses de la salud pública sobre los intereses comerciales. Entre esas flexibilidades se encuentran las licencias obligatorias, que permiten producir o importar un medicamento genérico, aunque haya patente vigente.

“Los EEMM y otros financiadores, con el apoyo de la Secretaría de la OMS, reforzarán las actividades de Medicines Patent Pool…”. Este mecanismo facilita la utilización de patentes de forma voluntaria, permitiendo la fabricación de genéricos.

Hay otras recomendaciones interesantes, que van también en la buena dirección.

Paso a paso.

(1)
(2)

¿Puertas giratorias? La farmaindustria británica ficha a la directora del NICE

Hace unos días la Asociación de la Industria Farmacéutica Británica anunció que había fichado a Carole Longson como su Jefe Científico.


La profesora Longson era hasta ese momento Directora Ejecutiva y miembro del Consejo del National Institute for Health and Care Excelence, conocido como NICE. Este Instituto es la Agencia nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y ha desarrollado un gran trabajo a la hora de analizar la eficacia y seguridad de diferentes intervenciones y tecnologías.

En relación con la evaluación de medicamentos, el NICE también valoraba si el precio al que las empresas querían vender sus productos era aceptable para el Servicio Nacional de Salud. En este sentido, adoptó una metodología que intentaba medir el valor que aportaba un medicamento en relación con los anteriores, los “años de vida en buena salud” que añadía. Luego intentaba dar un “valor económico” a cada año, estableciendo así unos márgenes aceptables de “precio por valor”. Esta es la filosofía de la industria farmacéutica. Precio por valor. De esta manera puede poner precios muy elevados para productos que cuestan muchísimo menos. Así, el NICE consideraba aceptables precios de tratamientos, por ejemplo, para el cáncer o la hepatitis C, por encima de 10.000 euros anuales, para productos cuyo coste de producción (incluyendo la fabricación y el I+D) era menor de 100 euros.

El fichaje de la profesora Longson es un ejemplo de puerta giratoria. Estuvo en GlaxoSmithKline, pasó al NICE y vuelve a la asociación nacional de la Industria. Mala guía para los profesionales que están ahora en diferentes Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. Por eso los países deberían extremar la vigilancia y la transparencia sobre las formas de financiar estas Agencias, separándolas claramente de la industria a la que se supone que evalúan y sobre la que recomiendan decisiones económicas importantes. En estos casos, “colaboración público-privada” debe traducirse por parasitación de los intereses privados sobre los públicos. Debería haber prohibición estricta de financiación de conferencias, pagos por asesorías, o cualquier relación económica con los miembros de los comités de evaluación, los consejos directivos y, por supuesto, los puestos ejecutivos. Y debería haber prohibición de puerta giratoria. Esto vale también para la Agencia Europea del Medicamento, y las Agencias Nacionales, y vale también para el IMI (innovative medicines initiative) y los Centros Nacionales de Investigación.

El año pasado la profesora Longson, siendo responsable del NICE, declaró en una entrevista a The Pharma Letter:

"El sistema de salud debe esforzarse por aceptar la innovación, debería adoptar la innovación y debería estar preparado para pagar esos beneficios adicionales".



Si las personas que van a valorar esos “beneficios adicionales” tienen la posibilidad de acabar a sueldo de la Industria, que Dios nos coja confesados. El sistema de salud tiene que estar preparado para aceptar e incorporar la innovación, sí, pero pagando lo que cuesta. Si cuesta 50 euros no es razonable que pague 10.000, aunque lo dijera el NICE. Es un robo.

Cuando el expresidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, fichó por Goldman Sachs unos meses después de dejar su cargo, desde el que apoyó los recates bancarios, un alto cargo de la Comisión dijo: "será legal, pero es inmoral". Muy bien, pero a ver si hacemos que también sea ilegal.


lunes, 8 de enero de 2018

I invite (pharma industry) and you pay (Health Servicies, taxpayers)

"They will not be considered as compensation in kind for the purposes of article 44.2. of the tax law, the studies arranged by institutions, companies or employers and financed directly or indirectly by them for the updating, training or retraining of their personnel "... (1).

On December 30, the BOE published a modification of Article 44 of the Personal Income Tax Regulation, which considers that the payments made by pharmaceutical companies to physicians and other professionals to attend congresses and training activities are exempt from taxation. They are not considered payments in kind, they are not considered additional income. They are considered training expenses of the company in which they work, that is, of the Health Service. But why? Because, according to this regulation, these are expenses financed by employers. These are expenses financed indirectly by the Health Service, by the State, even though they are paid through a pharmaceutical company. It is the State that is financing, because it gives the pharmaceutical company the possibility of collecting a very important "indirect tax", the surcharge that it puts on medicines thanks to the monopoly of patents and the exclusivity of data. With this surcharge, the laboratories finance the training expenses of the health professionals, finance research expenses, but they are left with much more money for doing these tasks. It is a perverse and inefficient system.

In this model, pharmaceutical companies "invite", decide which doctor goes to Congress, which doctor goes to this or that course of research. Doctors should ask the laboratory for the favor of inviting them or their residents to the courses and congresses. The State, health services, taxpayers, ultimately, pay. But the doctor feels grateful to the laboratory, which is the one that has invited her or him. The doctor is not even aware that it is his health center, his Health Service, which is paying. Now the RD 1074/2017 clarifies it.

It is a perverse system, because the employer, the Health Service loses the ability to direct the training process, the priorities, the contents... In fact, it is the laboratories that condition or decide programs and speakers. In addition, the professional does not feel well treated by his Health Service, his employer, and believes that it is the laboratory that cares about him. And when one receives a favor, tends to be grateful, tends to prescribe the products of who invited him, even if unconsciously. In this way, hyper-prescription of more expensive drugs which may not be indicated is encouraged. On the other hand, many professionals do not accept that the laboratory invites them, considering it contrary to their professional ethics, and can not access the training activities they need, because their employer has "delegated" to these companies. The industry captures in this way a strategic dimension of the health organizations, the continuous training of its personnel, and conditions the behavior of professionals and managers.

But the system is not only perverse. It is enormously inefficient. The state, governments, health systems, give pharmaceutical companies the ability to collect the "tax" of the over-price that patents allow, supposedly to pay for the research and training of their professionals. But companies spend much less than we give them and the rest goes to profit. Indeed, in Spain, in 2016, the total sales of medicines at laboratory prices were €15.59 billion (2). Following the criteria of Dean Baker, Co-Director of the Center for Economic and Policy Research (3), we can estimate that, if the drugs were paid at the price of generic, we would have spent 30%, €4.68 billion. It means that the "over-price" we pay is €10.91 billion. But the companies only spent 908 million euros in research (4), and 501 million euros in training and financing of scientific societies and associations of patients (5). It is a lot of money, but pharmaceutical companies still profit much more, €9.50 billion, which could go to more training, more research, or other very necessary purposes of Health Services (adequate staffing, adequate remuneration, appropriate technology , health promotion programs, social services, etc.). *

Would it not be reasonable to change this model for another in which prices are paid based on effective market competition, without the monopoly of patents (generic price), and R & D and training spending will be paid directly by Health Services? I think the answer is yes. The way out of the current spiral of excessive prices is "delinkage" (to delink prices and financing of research). (6)


Thus, the research would address the health priorities of patients and populations, and not the commercial interests of the laboratories. The research would be cooperative and open. And the results of the research would be used without monopoly, with which the prices of medicines would not be exorbitant and would not put at risk the accessibility and stability of health systems.

In the same way, the training would be managed by the teaching committees of the health centers and the Health Services, according to the needs of the patients and the health institutions, without interference from the commercial interests of the industry. 


The change of model will not be easy nor from one day to the next. It will be a process in which the first step is to become aware of the problem (high prices cause thousands of patients can not access the medication they need and, at the same time, exorbitant prices jeopardize the viability of health systems) and of a possible alternative. From there, regional and national governments, as well as the EU authorities, must take measures to change the situation. Health professionals can also decisively influence with their opinion and attitudes in changing the model. The UN Secretary-General’s High Level Panel on Access to Medicines Report (7) has showed interesting steps to move forward.

Current expenditure on drugs in Spain (2016), and alternative model (in million euros)

Current Model, with indirect financing of training and R&D
Alternative Model, with direct financing of training and R&D
("delinkage")
Expenditure on drugs, at Ex Factory Price, paid by Health Services and Patients
15,595

Sale price if there is free competition (generics)

 4,678
Over-price (indirect tax through the Patente Monopolies
 10,917
        0
Expenditure on R&D

Expenditure in payment of courses, congresses, scientific societies
    908
 

    501
   908
 

   501

 

Profits for laboratories
  9,508

Savings for the Health System (for contracting more professionals, adequate working conditions, R & D, health promotion,  etc.)



9,508


*In the EU-28 savings will be more than €70 billion, and in the US more than $183 billion, annualy.