Agradezco a la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de
Servicios Sociales, al Gobierno de Cantabria y a la UIMP por su amable
invitación y por la organización de este curso. *
En la celebración del 10º aniversario, felicitar a todos los que
impulsaron la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las
Personas en situación de Dependencia. Fue un paso realmente importante,
importante para muchas personas, para muchas familias, para el conjunto de la
sociedad: universalizar el derecho a la atención en el ámbito de servicios
sociales. El Presidente Rodríguez Zapatero y el Ministro de Trabajo Jesús
Caldera, junto con su equipo y con el apoyo de CCAA, Asociaciones y profesionales,
impulsaron la Ley 39/2006 de 14 de diciembre. Yo tuve el privilegio de
participar, como Secretario General de Sanidad, en algunas discusiones de los
borradores de la Ley y de poder impulsar su aplicación más tarde, como miembro
del Gobierno de Castilla La Mancha presidido por José María Barreda. Momentos
difíciles y apasionantes, porque justo cuanto empezaba la aplicación de la Ley,
en 2007, comenzaba la crisis financiera, que tantos destrozos causaría,
produciendo una disminución de las transferencias económicas del Estado a las
Comunidades Autónomas que tuvieron que hacer frente al mantenimiento de los
servicios públicos, incluidos los de la Ley de Dependencia, con enorme
dificultad.
Al igual que se había hecho en 1986 con la Ley General de Sanidad,
también aquí se reconocía el derecho universal a la atención de las personas en
situación de dependencia. Era una apuesta importante, que debía suponer un
aumento del gasto público, pero que propiciaba también grandes beneficios para
las personas afectadas y para el conjunto de la sociedad. Suponía ofrecer a las
personas afectadas unas condiciones de vida dignas, con los apoyos necesarios.
Pero además impulsaba la creación de empleo, facilitaba la conciliación de la
vida familiar y laboral, reconocía la Seguridad Social a miles de personas
cuidadoras. Y permitiría una mejora de la calidad de vida y un uso más
eficiente de los recursos del Sistema Sanitario.
Era muy complicado sacar adelante la Ley. Convencer a los
ministerios económicos, poner de acuerdo a las CCAA, celosas de sus
competencias en Servicios Sociales, … Pero, como decía Lawrence de Arabia,
aquél hombre de ojos claros y voluntad de hierro, que llevó a cabo misiones que
a los ojos de todos eran imposibles: “nada está escrito”, es decir, solo es imposible
lo que no nos propongamos.
En esta charla quiero abordar tres aspectos, tres desafíos del
sistema público de sanidad en relación con la Dependencia
Desafío de Aumento de la Demanda
sanitaria
Desafío de Coordinación
Desafío de Financiación
1.
Desafío de Aumento de la Demanda Sanitaria
Es probable que la necesidad y la demanda de atención sanitaria
aumenten en un futuro, ya que la población va a tener más edad, y las personas
con más edad tienen menos autonomía, más dependencia, y más necesidades de
atención sanitaria y de atención social.
Se estima que las personas en situación de dependencia mayores de
65 años necesitan un gasto sanitario 3 veces mayor que una persona sin
dependencia (y 15 veces más en gasto social).
Pero no es una relación directa. Puede haber más personas más
mayores, con más dependencia, pero que no generen más demanda sanitaria, porque
se mantengan más sanos, mejor cuidados, con una buena red de servicios sociales
y un buen Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (promoción de la
autonomía, prevención de la fragilidad, etc.). Veamos.
Desde 2009 a 2015 el número de consultas de Medicina Familiar por
persona y año se ha mantenido constante: 5,6 a 5,3. Lo mismo ha ocurrido con el
número de ingresos hospitalarios por 1000 habitantes al año, 112 en 2009 y en
2015. El volumen de atención es estable.
En sentido contrario se puede argumentar que la intensidad de la
atención sanitaria requerida puede ser mayor, y por lo tanto mayor el gasto.
Pero también es verdad que hay un 30% de sobre diagnóstico y sobre medicación
en el momento actual, que se podrían corregir y evitar… Y también se ha
observado que el consumo sanitario crece en los últimos años de la vida
(independientemente de la edad a la que se fallezca).
En todo caso hemos de prever más proporción de personas mayores en
el futuro. En efecto, en 2025 se prevé que un 21% de la población sean mayores
de 65 años y un 6,6% mayores de 80 años, frente a un 16,7% y un 4,7% en 2009.
Y, a su vez, las personas mayores tienen más limitaciones para
actividades instrumentales de la vida diaria, llegando a un 82,6% para las
personas mayores de 80 años.
Y también tienen más limitaciones para las Actividades Básicas de
la Vida Diaria, llegando a un 53,7% en las personas mayores de 80 años.
Por eso, el Informe de Envejecimiento 2015 del Comité de Política
Económica y de la Comisión Europea, teniendo en cuenta las previsiones
demográficas se estima que el gasto sanitario debería aumentar en relación con
el PIB, de 5,9% en 2013 a 6,2% en 2020. Así mismo el gasto en Cuidados de Larga
Duración (asimilables a gasto en Dependencia) debería aumentar de 1,0 a 1,2%
del PIB. Luego veremos que las previsiones del Gobierno Rajoy son distintas.
Un artículo reciente de Andrew Kingston, publicado el 15 de agosto
de este año en The Lancet, muestra la comparación de la situación y grado de
dependencia de dos cohortes de personas similares, de más de 65 años; un
estudio se realizó en 1991 y otro en 2011. Se trata de ver si aumentaba la
dependencia.
Vemos cómo ha aumentado la esperanza de vida a los 65 años, 4,7
años en los varones y 4,1 años en las mujeres. Pero de esos años, la mayor
parte se viven en situación de dependencia. De tal manera que ha aumentado la
esperanza de vida, pero ha aumentado también la proporción años vividos en
situación de dependencia en las personas de más de 65 años.
Y es que no solamente las personas mayores, al evitar la muerte en
determinadas enfermedades, pueden tener alguna discapacidad, sino que también
las personas con alguna discapacidad, con capacidades diferentes, van viviendo
cada vez más años. Por ejemplo, hace 30 años la Esperanza de Vida al Nacer de las
personas con síndrome de Down era de 25, y hoy está cercana a los 60 años. Como
señala el Dr Jesús Flórez, Presidente de la Fundación Iberoamericana Down21, esta mayor supervivencia se debe a
varios factores: la disponibilidad de muy buenos tratamientos que corrigen o
previenen graves complicaciones (cardiopatías congénitas, neumonías, leucemias,
hipotiroidismo…); sustanciales mejoras en la nutrición; vida activa bien
integrada en la comunidad; calidad de vida en general, etc.
Finalmente, hemos de considerar no solamente la demanda previsible
de la población actualmente residente en España, sino también la posibilidad de
recibir demanda de otros países de la UE: El llamado “turismo de la
dependencia”, que puede ser un factor positivo si se acompaña de los acuerdos
de financiación adecuados, pero puede ser negativo, si no se tiene en cuenta la
sobrecarga de los sistemas públicos de sanidad y servicios sociales.
Por lo tanto, parece claro que la demanda en Servicios Sociales
será mayor, y es muy probable que también lo sea en Servicios Sanitarios.
Dependerá, como digo, de los programas de prevención y promoción de la salud a
lo largo de la vida. Si la necesidad y la demanda de atención aumentan, será
preciso aumentar también la eficiencia en la gestión de los recursos
disponibles en cada momento mediante un esfuerzo de coordinación, y también
será preciso aumentar los recursos en función de las disponibilidades reales
del país.
2.
Desafío de Coordinación
¿Qué objetivo se propone el Sistema Sanitario en relación con las
personas dependientes?
Mantener y mejorar la salud, la autonomía personal y la inclusión
de todas las personas en situación de dependencia.
¿Cómo podemos cumplir este objetivo? Cuando se debatió la Ley ya
discutimos esta cuestión. Y todavía es motivo de controversia.
¿Definiendo nuevas prestaciones sanitarias? ¿Creando una nueva red
de atención para servicios socio-sanitarios?
¿O, garantizando el acceso a todas las prestaciones sanitarias
vigentes a todas las personas en situación de dependencia en función de sus
necesidades, y hacerlo mediante nuevos enfoques en la forma de prestar los
servicios, coordinando mejor las redes de atención social y sanitaria?
En algunos momentos de la aplicación de la Ley, entre 2008 y 2011,
como Consejero de Sanidad y Bienestar Social, tuve ocasión de discutir sobre
este tema con algunos de ustedes. Nos quedó claro que la mejor alternativa era
una buena coordinación, con nuevos enfoques de atención.
Pero también nos quedó claro que un paso necesario y fundamental
era fortalecer el sistema de Servicios Sociales, no solo de dependencia, y por
ello impulsamos una Ley de Servicios Sociales de CLM en 2010, que integraba las
prestaciones de la Ley de Dependencia, pero iba más allá. Tomábamos ejemplo de
otras CCAA y tuvimos el valioso asesoramiento de la Asociación de Directoras y
Gerentes de Servicios Sociales. Este paso debe darse también en el ámbito
nacional. Puede darse y debe darse.
Entretanto:
Establecer mecanismos de coordinación fuerte e integración débil,
como perfilamos en la Estrategia de Salud y Bienestar Social 2020.
Que los profesionales y usuarios conozcan bien ambos sistemas.
Establecer y normalizar mecanismos de comunicación (gestor de
caso, sistemas de información, formación de profesionales)
Establecer mecanismos eficaces y ágiles de activación de
prestaciones (protocolos conjuntos, sistemas de derivación, etc.)
La primera prioridad es la Prevención, primaria, secundaria,
terciaria y cuaternaria. Prevenir la dependencia en mayores, envejecimiento
activo, prevención de la fragilidad (fracturas), intervención temprana
(depresión), rehabilitación, ayudas técnicas… Prevenir la dependencia por
discapacidad debida a accidentes o enfermedades (accidentes, tabaquismo, etc.)
La Segunda prioridad, reforzar la atención Primaria.
Tanto en Servicios Sociales como en Servicios Sanitarios. Es la
puerta de entrada, es pieza clave para que funcione bien el sistema de
atención.
Facilitar una colaboración estrecha.
Enfoque centrado en la persona, atención en el hogar,
teleasistencia, etc.
Continuidad de cuidados.
En tercer lugar, coordinación de actuaciones en atención
especializada.
Por ejemplo, personal sanitario en Residencias coordinado con
Servicio de Salud.
Refuerzo de geriatría. Coordinación de prescripciones, evitar
sobre-diagnóstico y sobre-medicaión, de-prescriir… Coordinar compras de
medicamentos a cargo de la financiación pública con los servicios de área
(hospitales)
Para fortalecer la coordinación se pueden diseñar y utilizar
diferentes herramientas, en función de la situación de desarrollo en cada
ámbito. Por ejemplo:
Mapa social y sanitario único.
Tarjeta social y sanitaria universal (nacional, europea).
Historia social y sanitarias compatible e interoperable (ámbito
nacional, europeo).
Protocolos de actuación para la atención integral.
Metodología de gestor de procesos, continuidad.
Evaluación de la eficiencia en la utilización alternativa de
recursos.
3.
Desafío de Financiación.
Es verdad que podemos mejorar la eficiencia con mayor coordinación
y un uso responsable de los recursos. Pero también es verdad que se necesita
unos recursos adecuados para poder ofrecer unos servicios adecuados.
Una persona con mucho dinero podrá pagarse una residencia, o los
medicamentos más caros. Una persona con el salario medio de este país no podría
hacerlo. Por eso surgen los sistemas públicos. Porque entendemos que puede
haber diferencias de ingresos y salarios, más beneficios empresariales,
diferencias de patrimonio, pero entendemos también, en la misma Constitución
Española, que todos los españoles tenemos derecho a una vida digna, y para
garantizarlo, se establecen servicios públicos, y para financiar esos servicios
se establece un sistema fiscal en el que debe pagar más quien más tiene y más
gana, un sistema progresivo. No hay derechos sociales sin impuestos justos.
Pues bien, esa filosofía que recoge la Constitución Española y que se fraguó a
lo largo del siglo XX, generando los sistemas públicos de pensiones, de sanidad
y de educación, está en crisis. Y esa crisis impactó en nuestros países al
mismo tiempo que intentábamos poner en marcha el nuevo sistema público de
atención a la dependencia.
Es la revolución de los ricos.
Si en el siglo XX se había logrado que los ingresos por impuestos
a los más ricos subieran del 0% hasta el 60%, o más en algunos países, a partir
de los años 80, el neo-liberalismo de Thatcher y Reagan comenzó a abrir la
puerta al Nuevo Capitalismo Financiero Global, permitiendo a los más ricos
aumentar de forma astronómica sus ingresos y reduciendo progresivamente el
Estado de Bienestar hasta los límites que les permitiera la resistencia social,
la presión social más o menos organizada.
Lo expresaba muy bien en año 2005 Warren Buffet uno de los hombres
más ricos del mundo: claro que hay lucha de clases, pero esta la hemos empezado
los ricos y la estamos ganando.
3.1.
La Crisis Financiera de 2007.
Justo cuando se ponía en marcha la Ley de Dependencia, hace 10
años, estalló la burbuja inmobiliaria y financiera en EEUU y pocos meses
después arrasó Europa y otras regiones del planeta.
William Black, experto norteamericano que había sido responsable
de la lucha contra fraudes financieros en los años 90, lo explica como un
Fraude Masivo de control financiero.
-Se permite a las empresas financieras que comercialicen productos
financieros “tóxicos”, como las “hipotecas basura” que se sabe que no se pueden
cobrar, o las “preferentes”. Se permite a las entidades vender masivamente
estos productos a clientes finales y luego vender el “paquete” de hipotecas
(productos tóxicos), envuelto con otros productos financieros “seguros” a otras
entidades, haciendo crecer la burbuja.
-Se permite engordar a las entidades financieras con fusiones y
compras, hasta que adquieren un tamaño tan grande que “no se las puede dejar
quebrar”,
-Se permite un sistema de retribuciones a los altos ejecutivos con
cifras astronómicas (un millón de dólares al día) que incentivan la invención y
desarrollo de operaciones de alto riesgo
Ese cóctel provocó la quiebra de bancos. Se frenaron los créditos
a la economía real, a las industrias, provocando quiebras en cadena, miles de
empresas cerradas, millones de empleos destruidos.
Los gobiernos decidieron entonces rescatar a los bancos en vez de
ayudar a la economía real, porque no se les podía dejar quebrar, …
Así, mientras los ingresos fiscales habían caído en picado, y las
empresas necesitaban ayuda, se inyectaron más de 100.000 millones de euros a
las entidades financieras, solamente en España.
Esto hizo que aumentara la deuda pública y el déficit público y
esta situación dio una coartada a los gobiernos para recortar los servicios
públicos, la sanidad, la dependencia, la educación, las pensiones, … des-universalizar,
aumentar copagos, reducir prestaciones, …. Un robo masivo de dinero y de
derechos a los trabajadores, a las clases medias, a los más necesitados, para
inyectarlo a los más ricos.
3.2.
El impacto (y la coartada) de la crisis.
Es una batalla económica y moral en la que no hay bombas, pero hay
millones de víctimas. Sus efectos visibles en sanidad son:
La desinversión: 32.000 millones de euros menos de gasto sanitario
público entre 2009 y 2016.
La desmotivación: 50.000 empleados menos en el sector sanitario
público, menos salarios, precariedad, contratos semanales, mensuales…
El control de la industria farmacéutica: exceso de gasto anual de
8.000 millones.
El control de las aseguradoras: concesiones, fragmentación del
sistema.
Las listas de espera: un 50 % más
La peor valoración, peor aprecio: de un 75% que valoraba bien o
muy bien a la sanidad pública, a un 65%, diez puntos menos …
El gasto sanitario público bajó de un 6,77% del PIB en 2009 a un
6,19% en 2015. Y la previsión del Gobierno Rajoy para 2020 en la Actualización
del Programa de Estabilidad es bajar a 5,57% del PIB. Otros 6.000 millones de
euros menos.
Podríamos pensar que en la Euro Area gastan menos que nosotros.
Pero no es así. Gastaban un 7,3% en 2009 y se mantienen en 7,2% en 2015. Un
punto más de PIB que en España, 10.000 millones más.
También en Dependencia se han notado los recortes.
Según el propio Gobierno, utilizando la neo-lengua liberal que a
los recortes les llama “ahorros”:
“Los
ahorros producidos por las medidas aprobadas en 2012 en el conjunto total del
SAAD (Administración General del Estado y CCAA) para los ejercicios
presupuestarios de 2012, 2013 y 2014, han ascendido a 2.278 millones de euros”
(Actualización del Programa de Estabilidad 2017).
En
ese mismo documento se reconoce que el empleo público se ha reducido en 248.600
trabajadores, aunque el Gobierno describe esta sangría diciendo que “todos los
niveles de la Administración Pública española han contribuido al control del
empleo público…”.
El gasto público en protección social, que incluye pensiones,
servicios sociales, y prestaciones por desempleo, no tiene más suerte en las
previsiones del Gobierno. El Programa de estabilidad prevé bajar de 17,1% del PIB en 2015 a
15,91% en 2020.
Pero no es porque gastemos ya mucho. Comparando con la Euro Zona
vemos que en 2015 el gasto en protección social era 3 puntos más de PIB que en
España. ¿Qué consecuencias tendrá sobre las prestaciones una reducción de otros
12.000 millones de euros?
Evidentemente
no se puede atender lo mismo ni ofrecer la misma calidad de servicio con menos
trabajadores sociales, menos enfermeros, menos médicos, o menos maestros… menos
dinero.
3.3.
La
neo-lengua, el control del discurso.
Los gobiernos conservadores en toda Europa han aplicado estas
recetas. Muchos gobiernos socialdemócratas no supieron reaccionar tampoco
frente a esta nuevo Capitalismo, y la sociedad perdió las referencias para
impulsar un cambio. Las organizaciones sociales tradicionales tampoco lograban
definir estrategias alternativas a este nuevo modelo económico neoliberal.
Habían ganado el discurso: los servicios públicos son insostenibles, las
empresas privadas son más eficientes, los funcionarios tienen la culpa de todos
los males, etc. Los gurús, los analistas, los tertulianos, apoyaban este
discurso (gratificados convenientemente por el poder económico). Los medios de
comunicación controlados por los grandes fondos de inversión y las grandes
empresas repicaban los argumentos una y otra vez, creando la neolengua, el
neodiscurso del nuevo capitalismo financiero global:
“Los españoles no pagarán ni un euro del rescate bancario”, quiere
decir que YA estamos pagando 50.000 millones cada año de nuestros impuestos por
el rescate bancario que empezó en 2008.
“Tenemos que ser austeros y no despilfarrar”, quiere decir que se
deben recortar las prestaciones públicas y los derechos sociales, para aumentar
al mismo tiempo los beneficios de las grandes corporaciones y los salarios y
pensiones millonarias de sus altos ejecutivos
“Estamos creando empleo de calidad”, quiere decir que se han
destruido millones de puestos de trabajo, se han ido más de un millón de
inmigrantes, con lo que las cifras de población activa caen, y la tasa de paro
“cae”, miles de “empleos” son auto-empleos precarios, miles de empleos son
sub-empleos, con infra-salarios y horas
extra no remuneradas, …
“Consolidamos la ley de dependencia y la sanidad y garantizamos su
sostenibilidad”, quiere decir que han desuniversalizado el derecho a la sanidad,
que han recortado miles de millones anuales, destruido más de 50.000 empleos en
sanidad y otros tantos en servicios sociales, trasladado los costes a los
usuarios “ahorrando” en el presupuesto público, etc., etc., etc.
3.4.
La conferencia de Presidentes: es preciso ganar el futuro.
El 17 de enero pasado, los Presidentes Autonómicos y Rajoy
aprobaron un acuerdo para la sostenibilidad del Estado de Bienestar y la
reforma de la financiación autonómica. Encargaron un estudio a un grupo de
expertos. En el informe que presentaron en julio no se ve con claridad cómo
piensan aumentar los recursos. En sanidad sugiere aumentar los copagos como vía
de financiación (otra vez la neolengua, copago es financiación privada, no
pública que es de lo que estamos hablando, copago es reducir financiación
pública no aumentarla). También proponen subir los impuestos indirectos, que
son menos progresivos.
En la misma Conferencia de Presidentes se hizo un acuerdo
específico para evaluar la Ley de Dependencia y su financiación. Veremos. Pero
el discurso general no pinta bien. Porque no se trata de ver cómo se distribuyen los fondos que recauda el Estado y las CCAA. Se trata de lograr un sistema fiscal justo, que recaude una proporción de la riqueza similar a la que recaudan otros países desarrollados de la UE, y luego ver cómo se distribuyen los recursos, cómo se hace el Pacto de Financiación, etc.
Hemos de insistir una y otra vez en que España tiene un sistema
fiscal ineficiente. La primera medida para defender la sanidad pública y los servicios sociales públicos de calidad es exigir un sistema fiscal justo y sin fraude.
Recaudamos un 34% del PIB, mientras los países de la Euro Area
recaudan un 41%. Son 7 puntos más, Son más de 70.000 millones de euros que
teníamos que recaudar y no recaudamos. Porque los ricos no pagan lo que les
corresponde según el artículo 31 de la Constitución.
Además, tenemos el doble de fraude fiscal en proporción con el PIB
que Austria. Son 60.000 millones de euros. Con esos recursos adicionales, que
son un robo masivo de las grandes corporaciones y las grandes fortunas,
podíamos garantizar perfectamente la sostenibilidad del SAAD y del SNS.
Pero no solamente tenemos agujeros tremendos en los ingresos públicos, es que además se decidió rescatar a las entidades financieras, en lugar de dejarlas quebrar como a otros miles de empresas en toda España. Así destinamos uno de cada 4 euros del presupuesto al pago de
la deuda injusta que hemos adquirido para pagar los rescates bancarios: más de
100.000 millones de euros cada año. Como no teníamos dinero, les pedimos
prestado a las entidades financieras y los mercados para pagar el rescate bancario.
Y tenemos que devolver esos créditos con intereses. Desde 2008 hasta hoy hemos duplicado la deuda
pública y los pagos anuales desde: 50.000 millones de euros más que
recortan nuestras prestaciones y nuestros derechos. La clásica receta neo-liberal: privatizar las ganancias y socializar las pérdidas. De libro.
Es preciso una reforma fiscal en profundidad y un cambio de
políticas económicas que favorezcan a la mayoría y no a unos pocos
privilegiados.
Es precisa una lucha frontal contra el fraude fiscal. Y se debe
negociar y acordar un sistema de financiación autonómica justo y suficiente.
El documento de los expertos es muy
insuficiente.
Se debe insistir a los Presidentes Autonómicos para que exijan un
sistema fiscal justo y suficiente, que recaude el 41% o más del PIB, con
impuestos progresivos, donde pague más el que más tiene y paguen menos los que
menos ganan y menos tienen. Sin esa base, cualquier acuerdo de “reparto” será
injusto de raíz. Se debe exigir que se revise el pago de la Deuda injusta,
haciendo rebajas significativas.
3.5.
¿Sálvese quien pueda? O recuperar
la unidad.
Pero las fuerzas no están equilibradas.
Los gestores de fondos de inversión saben lo que quieren. Su ley
es la ley de la selva. Su principio motor es el egoísmo, la codicia. Pero no
está compensada por la fuerza social de la solidaridad, por el principio moral
del altruismo y la generosidad, por el valor supremo de la justicia.
Ray Dalio, Director y fundador de Bridgewater, uno de los fondos
de inversión más importantes del mundo, tiene un libro de Principios en el que
se explica a los empleados de la firma la metáfora de la hiena, sugiriendo que
deben actuar como tales, atacando al antílope. Dalio explica que esta actitud
agresiva viene bien a la hiena porque puede alimentarse y dar de comer a sus crías,
pero también viene bien a los antílopes, porque les ayuda a evolucionar.
La ley de la selva. La evolución de las especies. Y es verdad que
si uno ve una película de la naturaleza comprueba que los antílopes son fuertes
y que si actuaran juntos podrían defenderse de las hienas. Pero cuando una
hiena muerde el cuello a un antílope y se agarra con sus colmillos, los otros
antílopes miran para otro lado. No va con ellos. Divide y vencerás.
Para dar la vuelta a este sistema económico injusto, que aumenta
de forma indecente la desigualdad, que provoca que 10 millones de personas mueran
cada año en el mundo por no tener derecho a los medicamentos que necesitan, que
recorta las pensiones a los trabajadores y concede pensiones de 60 millones de
euros a los altos ejecutivos, para cambiar este sistema por un sistema más
justo, en el que se vuelva a controlar la codicia de los más poderosos, como se
hizo en la segunda mitad del Siglo XX, hemos de generar una fuerza bastante que
compense la fuerza de los altos ejecutivos de los gestores de fondos de
inversión y de las grandes corporaciones.
Para ello hemos de fomentar la unidad de las personas sencillas,
de los jóvenes, los mayores, los trabajadores y sus organizaciones, los
consumidores. Por ejemplo, hemos de buscar la unidad de acción entre Sanidad y
Servicios Sociales. Hemos de superar diferencias. No se trata de pelear por el
mismo pedazo de pan entre nosotros, se trata de que no nos roben el pan los que
ya tienen todo.
Decía José Hernández por boca de Martín Fierro:
Los hermanos sean unidos
Porque esta es la ley primera
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea
Porque si entre ellos pelean
Se los comen los de afuera.
Hace dos días, el 11 de Septiembre, se conmemoraba el 44
aniversario del asalto al Palacio de la Moneda por el General Pinochet. Entonces Allende dijo: Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero
no se detienen los procesos sociales ni con el crimen, ni con la fuerza. La
Historia es nuestra y la hacen los pueblos”.
Yo estuve en Chile en enero de 1971, y lo recorrí de norte a sur
con mi hermano Perico. Éramos jóvenes llenos de ilusión, pero nos sorprendió cómo había
una profunda división en las fuerzas democráticas, entre partidos y sindicatos
progresistas. Unos querían más cambios. Otros decían que había que ir poco a
poco. La división entre los trabajadores, los estudiantes, la gente sencilla,
debilitó la fuerza de la democracia, y ganó el golpe. Divide y vencerás.
Pero veces los pueblos son capaces de unirse. Y entonces son
invencibles. Porque nada es imposible.
Hablado de cosas imposibles, recuerdo una anécdota en el despacho de la Ministra de Sanidad,
Elena Salgado. Era el año 2005, cuando se estaba preparando la Ley de medidas
sanitarias frente al tabaquismo que se aprobó en diciembre de ese año. La
Ministra había convocado a los Secretarios Generales de UGT, CCOO y CEOE,
Cándido Méndez, José María Fidalgo, y José María Cuevas. Les expuso las líneas generales
de la ley y discutimos algunos aspectos concretos. Una de las medidas más
importantes era la prohibición de fumar en los centros de trabajo, en las
oficinas, en los Ministerios, en los centros comerciales, en las universidades,
en los hospitales, en las fábricas. “¡Es imposible! No se va a poder dejar de
fumar en los centros de trabajo. Los trabajadores no lo van a aceptar. Las empresas no lo van a poder organizar”, dijeron. Sin embargo, el uno de enero de 2006, cuando entró
en vigor la Ley, se había dejado de fumar. No fue imposible. Había y hay
intereses poderosos en contra. Se mueve mucho dinero en la industria tabaquera.
Pero se había ganado la batalla de la opinión pública, empezando por los
profesionales sanitarios. La Comisión Nacional de Prevención del Tabaquismo y
las sociedades científicas de epidemiología, neumología, cardiología,
oncología, medicina de familia y otras, habían venido trabajando en esa
dirección. Y fue posible. Aunque fuera un solo un paso y haya que seguir dando
muchos más.
4.
Tomar conciencia y movilizar para sumar fuerzas.
En conclusión, hemos de afrontar el desafío del aumento de la
necesidad y la demanda de atención sanitaria para las personas en situación de
dependencia. Esto es positivo y es perfectamente asumible. Para ello debemos
gestionar los recursos disponibles con eficacia y eficiencia, respondiendo al
desafío de la coordinación. Y, al mismo tiempo, hemos de exigir la dotación de
recursos suficiente, mediante una distribución justa de la riqueza disponible
en el país, cumpliendo el Pacto Constitucional que establece un sistema fiscal
progresivo y justo. No es que no haya dinero, es que lo llevan otros. No es que
no sea sostenible la sanidad pública, es que los más ricos no pagan lo que
deben. Es un robo masivo de los menos a los más.
Por eso hace falta recuperar un discurso que dé cuenta de lo que
está pasando. Que analice sus causas en profundidad. Que busque alternativas. A
partir de ahí se puede crear una conciencia social con razones para el cambio.
Y desde esas convicciones se puede armar una movilización social
transformadora. Se puede parar el abuso.
La Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios
Sociales es un buen ejemplo. Necesitamos muchos más como vosotras y vosotros.
Necesitamos la fuerza y la inteligencia de miles de personas,
trabajadores, estudiantes, empresarios de la economía real, intelectuales,
poetas, que sumen su capacidad transformadora por un mundo más justo, donde
todas las personas puedan vivir con dignidad.
No será fácil. Nunca lo ha sido. Los poderosos saben bien cómo dividirnos:
la sanidad contra los servicios sociales; los de esta región contra los de
aquella; los de aquí contra los inmigrantes; los cristianos contra los
musulmanes; … son viejas historias, siempre han hecho igual. Hacen que nos
peleemos los trabajadores de uno y otro sitio, mientras los ricos de aquí y de
allí se embolsan las ganancias.
Es preciso ver un poco más allá. No dejarse engañar.
Decía Nicolás Guillén en su poema “No sé por qué piensas tú”:
Me duele que a veces tú
Te olvides de quién soy yo
Caramba si yo soy tú
Lo mismo que tú eres yo.
Pero no por eso yo
He de malquererte tú
Si somos la misma cosa
Yo
Tú
Ya nos veremos yo y tú
Juntos en la misma calle
Hombro con hombro tú y yo
Sin odios ni yo ni tú
Pero sabiendo tú y yo
Adónde vamos yo y tú
Nosotros sabemos lo que queremos: un mundo donde todas las
personas puedan vivir con dignidad y en libertad. También las personas en
situación de dependencia. Es un derecho humano, de todos los seres humanos, no
sólo de unos pocos.
A lo largo de la Historia la humanidad ha logrado grandes avances.
Pero siempre con esfuerzo. Y siempre superando dificultades, contradicciones y
retrocesos. Ahora es un momento complicado. Nos están quitando derechos. Están
ganando. Como dice vuestra asociación, nos están robando el futuro. Solamente
desde la inteligencia y desde la unidad podremos cambiar las cosas.
Y estoy convencido: nada es imposible.
Muchas gracias por su atención.
* Notas para la charla impartida el 13 de septiembre, en el Curso
sobre Diez años de la Ley de Dependencia: balance y retos de futuro, de la
Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander, organizado por la
Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales y patrocinado
por el Gobierno de Cantabria.