lunes, 30 de abril de 2018

La infra-financiación del SNS acumulada entre 2009 y 2016 asciende a 72.835 millones de euros. Es una sangría muy grande para la calidad y la sostenibilidad del SNS.


El Sistema Nacional de Salud sigue infra-financiado, soportando un deterioro progresivo que urge corregir.

La Estadística de Gasto Sanitario Público (EGSP) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, publicada el pasado 18 de abril, muestra que el Sistema Nacional de Salud sigue perdiendo recursos respecto a lo que invertíamos antes de la crisis. En efecto, el gasto en 2016 fue de 66.678 millones de euros, y el gasto actualizado con el IPC, según el INE, habría ascendido a 77.247 euros, es decir se han destinado 10.569 millones de euros menos a sanidad respecto a lo que invertíamos en 2009. La infrafinanciación del SNS acumulada entre 2010 y 2016 asciende a 72.835 millones de euros. Es una sangría muy grande para la calidad y la sostenibilidad del SNS.

Este cálculo no tiene en cuenta nuevas necesidades de salud, nuevas tecnologías, mejora de la calidad, equiparación al gasto sanitario público de los países de la UE con rentas similares.

Evolución del Gasto sanitario público entre 2009 y 2016. Comparación con el gasto que deberíamos haber tenido a “precios corrientes” manteniendo el gasto de 2009.

GSP (EGSP)
Inflación (INE)
GSP de 2009 actualizado por inflación
Desinversión
2009
70.674



2010
69.530
3
72.794
-  3.257
2011
68.057
2,4
74.541
-  6.484
2012
64.077
2,9
76.702
-12.625
2013
61.727
0,3
76.932
-15.202
2014
61.918
-1
76.162
-14.244
2015
65.708
0,0
76.162
-10.454
2016
66.678
1,6
77.247
-10.569





Con un PIB en 2016 de 1.118.522 millones de euros, el gasto sanitario público en España, de 66.678 millones de euros, supondría un 5,96% del PIB. A efectos de comparaciones internacionales se suele utilizar el dato del Sistema de Cuentas de la Salud, que incluye gastos de larga duración, y suele ser un 0,5% del PIB superior al dato de la EGSP. Es decir, estaríamos en torno al 6,46% del PIB. Muy por debajo del 7% de 2009. Y muy por debajo del horizonte deseable, de un 7,5% del PIB, para acercarnos a los países de la UE más desarrollados. Es decir, con un 7,5% de gasto sanitario público sobre PIB deberíamos invertir en sanidad 83.889 millones de euros. Y ahora estaríamos destinando solamente 72.200 millones de euros (incluyendo gastos de larga duración). Es decir, 11.689 millones de euros menos.

Las previsiones del Gobierno de España en la Actualización del Plan de Estabilidad 2018-2021 no prevén corregir esta infra-financiación, sino más bien lo contrario. La recaudación fiscal en relación con el PIB seguirá muy por debajo de la media de los países de la UE más avanzados, con lo que no se podrán financiar adecuadamente las políticas públicas, entre ellas la sanidad. Así, en el año 2017, en la Euro Área los ingresos fiscales suponen el 46,3% del PIB, mientras en España solamente ingresamos el 37,9%. 8,4 puntos menos (es decir, el agujero fiscal es mucho más que todo el gasto sanitario público). Y muy lejos de países como Francia, Bélgica o Dinamarca que ingresan más del 50%, o incluso de Portugal, Grecia o Italia, que ingresan por encima del 40%. Pues bien, el horizonte del Programa de Estabilidad no plantea cerrar esta brecha. Para 2021 la previsión de ingresos fiscales es de 38,7% del PIB. Como consecuencia de ello, y con el objetivo de reducir el déficit público, se reducirán los gastos públicos (entre los que están la sanidad, la educación, los servicios sociales o las pensiones), pasando de un 41,9% del PIB en 2016 a un 38,6% en 2021. En cambio, la media de gasto público en la Euro Área asciende al 47,6% del PIB en 2016.

El argumento del Gobierno suele ser que quieren bajar los impuestos a la gente, que quieren que el dinero se quede en el bolsillo de los trabajadores. El agujero fiscal de España no es porque los trabajadores no paguen. Los trabajadores, las clases medias, los asalariados, pagan religiosamente. Los que no pagan son las grandes corporaciones y las grandes fortunas con una red de evasión y fraude fiscal descontrolada. Este es el problema que el Gobierno no aborda con eficacia. Cuando se bajan los impuestos, se baja un euro a las personas con bajos ingresos y se bajan 10.000 euros a los más pudientes. De esa forma, se tienen que recortar los servicios públicos y poner copagos. Al final, las clases medias son las que pagan esa “bajada de impuestos” a los ricos. El problema de los servicios públicos españoles es, sobretodo, el sistema fiscal ineficiente e injusto. Esto es lo que urge corregir.


 Descapitalización del SNS: reducción de recursos en personal y en inversiones (infraestructuras, equipamiento, material fungible, etc.).

La Estadística de Gasto Sanitario Público de 2016, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, muestra que la disminución de gasto sanitario público se ha concentrado en los gastos de inversiones, que se han reducido un 60%, descapitalizando el sistema, deteriorando las instalaciones y empeorando los materiales utilizados. También se ha reducido de forma importante el personal, que es la clave para un buen funcionamiento de la sanidad, con un 5,2% menos de gasto; sobretodo en Atención Primaria (-11,13%). Mientras tanto el gasto en conciertos solo se redujo en un 1,8%.

Evolución del Gasto sanitario público entre 2009 y 2016. Comparación de los distintos componentes del sistema.

2009
2016
Dif
Dif %
GSP total

70.674
66.678
-3.999
-5,6%
Personal
31.336,6
29.689
-1.647,6
-5,2%
  Pers Hosp.
20.451
19.775
-676
-3,3%
  Pers AP.

  8.366
  7.435
-931
-11,13%
Consumo Intermedio H.
11.849
14.729
+2.880 *
+24,3%
Consu. Int. AP

1.438
1.178
-260
-18%
Conciertos

7.726,6
7.585,5
-141,1
-1,8%
Inversiones

2.693
1.060
-1.633
-60,6%
Farmacia O.F.
Farmacia Hos
13.430
4.360
10.878
6.233,7
-2.558
+1.843,7 *
-19%
+43%
Farmacia Total

Farmacia Real sin 16/2012
17.790

17.790
17.111,7

18.514,7
-678,3

+724,7
-3,8% **

+5% **

*. La mayor parte del aumento de la partida Consumo Intermedio en Hospitales se debe al aumento del gasto farmacéutico hospitalario, 1.843,7 millones de euros más. El dato para 2016 lo obtenemos de la serie de indicadores de gasto farmacéutico del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Para 2009 el dato es una estimación a partir del gasto farmacéutico hospitalario total del SCS, rubros pro-memoria.

**. El gasto farmacéutico público Total, sumando gasto en Oficinas de Farmacia y el gasto en hospitales habría ascendido a 17.111,7 millones en 2016, con una disminución de 678,3 millones, un 3,8%. Pero para tener toda la información hemos de recordar que parte del gasto farmacéutico público se ha desviado a los bolsillos de los pacientes (sobretodo de los pensionistas) a través de los copagos y la des-financiación de más de 400 medicamentos. La diferencia en Gasto Farmacéutico particular en oficinas de farmacia entre 2012 y 2016 es de 1.397 millones de euros (pasando de 5.819 a 7.216). Si esa cantidad se suma al gasto sanitario público, es decir, si no se hubiera cargado al bolsillo de los pacientes, el gasto farmacéutico público Real total habría sido de 18.514,7 millones de euros (17.111,7 + 1.397), lo que supondría un 5% de aumento, al pasar de 17.790 a 18.514,7 millones, 724,7 millones de euros más.

El aumento de gasto farmacéutico real en este periodo “no se ve” en las Tablas de la EGSP, porque el gasto farmacéutico hospitalario no viene diferenciado con epígrafe propio, y porque el gasto farmacéutico que se ha desviado al bolsillo de los pacientes no se muestra tampoco aquí, ya que ha pasado a ser gasto “privado”. Este dato se encuentra en la serie del Sistema de Cuentas de la Salud, del Ministerio de Sanidad.

El gasto farmacéutico en Oficinas de Farmacia ha disminuido, en buena medida, por el desplazamiento del gasto a los pacientes. Pero el gasto farmacéutico en hospitales, que está incluido en los Consumos Intermedios de los hospitales, ha aumentado un 40%. Ese aumento lo podemos ver en los datos que facilita el Ministerio de Hacienda (indicadores de gasto farmacéutico).

Así, el gasto farmacéutico total, sumando el gasto en Oficinas de Farmacia y en Hospitales, se habría reducido un 3,8%. Pero, si añadimos el gasto farmacéutico que se ha desplazado al bolsillo de los pacientes (con el aumento de copagos y la des-financiación de medicamentos), entonces vemos que el gasto farmacéutico real aumentó un 5%, 724,7 millones de euros más.

En resumen, hay una reducción global de los recursos para la sanidad pública, y una derivación desde los gastos de personal y de infraestructuras hacia los gastos de farmacia y de conciertos.


lunes, 23 de abril de 2018

¿Es posible que todas las personas que viven con el virus de la hepatitis C, en España y en todo el mundo, accedan al tratamiento que necesitan?

Sí, es posible. Y es una exigencia ética y un derecho humano. Ese derecho humano se está violando y por eso todos debemos reaccionar.

El pasado mes de marzo la Organización Mundial de la Salud presentó un Informe de progreso en el acceso a tratamientos de al Hepatitis C. En dicho informe recuerda que 71 millones de personas viven con el virus de la hepatitis C (VHC) en el mundo. De todas esas personas solamente han tenido tratamiento con Antivirales de Acción Directa (AAD), 3 millones de personas. Según la información disponible, dichos tratamientos son efectivos (reducción de la carga viral) en más del 90% de los casos. Sin embargo, cada año mueren como consecuencia de la Hepatitis C cerca de 400.000 personas en el mundo. Más de 1.000 personas cada día. Existiendo tratamientos eficaces ¿no es acaso una situación inaceptable?

“La mayoría de los 71 millones de personas que viven con el VHC siguen sin tratamiento”, dice la OMS. Y añade: “El acceso a los tratamientos debe expandirse a una velocidad mucho mayor”.

La principal barrera de acceso al medicamento son los altos precios. Por supuesto, el acceso a tratamiento no es solamente cuestión del precio del AAD, también se necesita un sistema sanitario que funcione, que pueda llevar a cabo los diagnósticos y, en su caso, el cribado poblacional. Una sanidad, con profesionales formados, que pueda distribuir y aplicar los tratamientos, y hacer un seguimiento apropiado. Pero, sin duda, la principal dificultad han sido los precios exagerados e injustos.

Algunos países de altos ingresos, como España, han aprobado la financiación pública de tratamientos con AAD, aunque fuera a precios muy altos. La presión de la Plataforma de afectados por hepatitis C (PlafHC) sensibilizó a la población y convenció al gobierno de la necesidad de financiar estos tratamientos. Gracias a estas medidas se ha podido tratar a más de 90.000 personas. Esto es muy positivo. Pero el gasto que hemos tenido que realizar para ello es injustificadamente alto. Si queremos ampliar los tratamientos a todas las personas que viven con el virus de la hepatitis C, deberíamos exigir al gobierno que fije precios más justos en España y que defienda un cambio radical en la Unión Europea para que los miles de personas que no pueden acceder a la medicación en los países miembros y en el resto del mundo puedan recibir el tratamiento que necesiten.

¿CUÁNTO HEMOS PAGADO PARA LOS TRATAMIENTOS DE HEPATITIS C?

Según el último informe del Ministerio de Sanidad, de noviembre de 2017, hasta el 31 de octubre de ese año se había tratado a 90.254 personas con Antivirales de Acción Directa (AAD).

¿Cuánto hemos gastado en esos tratamientos? Consultando los datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas vemos que hasta esa fecha se habían destinado 1.952 millones de euros para AAD. El gasto por cada persona tratada, en promedio, ha sido de 21.627 euros. 

¿CUÁNTO DEBERÍAMOS HABER PAGADO?

En el Informe de seguimiento de la Organización Mundial de la Salud, se recogen los precios mínimos de medicamentos genéricos que se venden en distintos países. Quiere decir que a esos precios las empresas pueden cubrir los costes de fabricación más un beneficio industrial.

Ahí vemos los precios mínimos, por tratamiento de 12 semanas, de los genéricos de diferentes medicamentos: Sofosbubir, 48,6 €; Daclastavir, 19,44 €; Sofosbuvir + Ledipasvir, 225 €; Sofosbuvir + Velpatasvir, 304 €. 

La estimación de los Precios de Venta de Laboratorio en España para el SNS, a marzo 2018, es: Sofosbuvir (Sovaldi): 9.812 €; Daclastavir (Kaklinza): 10.296 €; Sofosbuvir + Ledipasvir (Harvoni): 11.962 €; Elbasvir + Grazoprevir (Zepatier): 11.063 €; Sofosbuvir + Velpatasvir (Epclusa): 7.215 €; Sofosbuvir + Velpatasvir + Voxilaprevir (Vosevi): 13.651 €. El sobre-precio de estos medicamentos por encima del precio de coste, es inaceptable.

El gasto del tratamiento de 90.254 personas con Sofosbuvir + Velpatasvir, es decir, lo que deberíamos haber pagado habría sido de 27,4 millones de €, es decir 1.924,6 millones menos de lo que hemos pagado.
Hemos pagado un 7.114% por encima del precio mínimo (precio de coste).

Se debe señalar que el grueso de los gastos de investigación ya están cubiertos. En el caso de Sovaldi (Sofosbuvir) se cubrieron en el primer año de ventas. Y, como el dinero público es limitado, el sobre-gasto que se hace en una partida, por culpa de precios abusivos, es un dinero que no se puede destinar a prevención de esta y otras enfermedades, a promoción de la salud, a la atención primaria, a reducir los tiempos de espera para diagnóstico y tratamiento del cáncer, a mejorar los servicios de salud mental en toda España, etc., etc.

¿ES POSIBLE LOGRAR ESTOS PRECIOS EN ESPAÑA?

Sí que es posible. El informe de la OMS nos señala varios ejemplos.

En Egipto se han tratado a 1.000.000 de pacientes. Egipto es un país con una renta per cápita (RPC) mucho menor que la española. España tiene 26.528 dólares de RPC, mientras que Egipto tiene 763 $ de RPC.

En aquel país no se concedió la patente a Gilead por el sofosbuvir, con lo que se pueden fabricar genéricos a 60€ por tratamiento de 12 semanas. En España, el precio actual para el SNS que publica el Ministerio de Sanidad es de 9.812 € por tratamiento. Un 16.353 % más alto que el genérico.

Otro país, Malasia, con una RPC de 9.502 euros, ha sido el primero en aplicar la licencia obligatoria para fabricar medicamentos genéricos de sofosbuvir. El precio que tenía que pagar hasta hace unos meses era de 9.841 euros por tratamiento de 12 semanas. Ahora dispone de genéricos entre 81 y 192 euros / tratamiento. Con estos precios sí podrá afrontar el tratamiento de las 500.000 personas que viven con el VHC en aquel país.

La OMS describe cómo, por la barrera de los precios, muchos países de medianos y altos ingresos no están pudiendo acceder a los tratamientos con AAD. Y recuerda que estos países pueden utilizar los mecanismos establecidos en los Acuerdos de la Organización Mundial de Comercio referidos a las patentes. En efecto, en dichos Acuerdos, al mismo tiempo que se aprobó la aplicación de las patentes a los medicamentos, se incluyeron cláusulas que permiten a los países “suspender” la patente por razones de salud pública; las llamadas “flexibilidades”. Entendemos que la atención a las personas con hepatitis C es un problema de salud pública y que, en este caso, está justificada la utilización de esas flexibilidades, como la “licencia obligatoria”.

El gobierno de España puede aprobar una licencia obligatoria por Decreto, lo que significa que, aunque una empresa tenga la patente de un medicamento en nuestro país, se puede autorizar a otras empresas a que fabriquen genéricos en España, o se puede autorizar la importación de genéricos de otros países. Algunos argumentan que, además, sería necesario modificar la legislación de la UE sobre exclusividad de datos. Si así fuera, debería impulsarse esa modificación. ¡No olvidemos que en la mitad de los países de la Unión Europea los pacientes con viremia del VHC no están accediendo a los tratamientos!

A España no le sobran recursos. Los presupuestos públicos son limitados. Se han aplicado recortes en personal y en medios diagnósticos, en programas preventivos y en infraestructuras. El dinero, los 2.000 millones de euros de más que se gastan en unos medicamentos cuyo coste es mucho menor, es totalmente injustificable.

El gobierno de España debe adoptar medidas urgentes para reducir el precio de los AAD. Si no se alcanza un precio justo en la negociación, cercano al precio de coste (precio de los genéricos menos caros), se debería aplicar la licencia obligatoria y comenzar a utilizar genéricos de forma inmediata con un coste asumible. Es posible hacerlo. En otros casos han sido aplicadas en EEUU, en Canadá, en Reino Unido, y recientemente en Alemania. Y, como hemos señalado, Malasia ha aplicado ya licencia obligatoria en el caso de sofosbuvir.

La aplicación de tratamientos adecuados debe ser una exigencia de las personas con viremia de VHC, de los profesionales sanitarios y de toda la sociedad. Pero también hemos de exigir que se paguen precios justos y no se pierdan recursos muy necesarios para la atención sanitaria de estas y otras personas en sus diferentes problemas de salud.

domingo, 1 de abril de 2018

El gasto farmacéutico público aumentó 468 millones en 2017. Esta tendencia es insostenbile.

El gasto farmacéutico público aumentó en 468 millones de euros. Y eso sin contar el gasto desplazado al bolsillo de los pacientes con el aumento de copagos y medicinas desfinanciadas.

Los datos de gasto farmacéutico público los obtenemos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas: Indicadores sobre gasto farmacéutico y sanitario. Ahí podemos ver cómo 
el gasto aumentó un 12,95% entre 2014 y 2017


Evolución del Gasto Farmacéutico Público 2014-2017. Millones de euros

2014
2015
2016
2017
16/17
14/17
16/17%
14/17%
G.F.Hos
  5.254
  6.641
  6.242
  6.448
206
1.194
  3,3
22,72
G.F.O.F.
  9.954
10.071
10.467
10.729
262
   775
  2,5
  7,78
G.F.Tot
15.208
16.712
16.709
17.177
468
1.969
  2,8
12,95
Fuente MHAP

Se observa un crecimiento muy fuerte del gasto hospitalario, un 22,72%. En 2015 el aumento reflejaba el impacto de los antivirales de acción directa para la Hepatitis C, que supusieron 1.206 millones de euros de gasto. Pero, en 2017 estos medicamentos han supuesto 211 millones de gasto y, sin embargo, el gasto en farmacia hospitalaria respecto a 2014 ha consolidado su escalada, con 1.194 millones más, un 22,72% de aumento entre 2014 y 2017. Y ya no es solamente la Hepatitis C. Son todos los nuevos medicamentos con precios abusivos.

Al mismo tiempo el gasto público en Oficinas de Farmacia ha crecido también un 7,78% entre 2014 y 2017. Y aquí no tenemos en cuenta el gasto que se ha desplazado al bolsillo de los pensionistas, que en 2017 supuso 1.043 millones de euros, como señalaba la Asociación por un Acceso Justo al Medicamento.

En efecto, la reducción de la cobertura pública y el aumento de gasto a cargo del bolsillo de los pacientes, especialmente los pensionistas, generó un supuesto ahorro" en las cuentas públicas a costa del bolsillo de los pacientes, vulnerando el principio de solidaridad (financiación pública, entre todos, de la sanidad, con impuestos justos, y servicios gratuitos en el momento del uso). Si ese gasto hubiera seguido siendo asumido por la sanidad pública, el gasto farmacéutico público habría llegado a 20.404 millones; el aumento de gasto farmacéutico público “real” entre 2014 y 2017 hubiera sido de 3.012 millones, un 19,8% más. 

El gasto farmacéutico en relación con la revalorización de las pensiones

Según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social la revalorización de las pensiones ha sido un 0,25% en los años 2015, 2015, 2016 y 2017. En total, la revalorización de las pensiones en cuatro años ha sido de 1%. Si analizamos el gasto total en pensiones, pasó de 104.688 millones en 2014 a 115.728 en 2017, un 10,54% de aumento. El aumento del gasto farmacéutico público en el mismo periodo, si no hubiera copagos, habría sido 19,8%, casi el doble.
  
El gasto farmacéutico a precios justos


Si los precios de los medicamentos se fijaran según el coste de fabricación, el coste de la investigación y un beneficio en la media del sector industrial, el gasto se hubiera reducido en 8.000 millones de euros. Un importante ahorro que podría ir a mejorar las necesidades de personal y de equipamiento sanitario, programas de prevención y promoción de salud y otros programas sociales. Y, desde luego, a suprimir los copagos de los medicamentos.