La crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto la importancia de una buena sanidad pública que cuente con los medios necesarios. Entre esos medios, necesarios para tratar a los pacientes, se encuentran los medicamentos. Por eso, los medicamentos deben ser un bien público, accesible a todas las personas que lo necesiten.
En nuestro país podemos disponer de las medicinas que precisamos porque tenemos un sistema público que nos garantiza el acceso. Este es un gran logro social que debemos defender. Pero, hay dos causas que pueden dificultar o impedir el acceso a los medicamentos:
-La primera causa es la falta de investigación en prioridades de salud, como en vacunas y antibióticos, porque no sean rentables para las compañías farmacéuticas. Conviene saber que en Europa mueren más de 30.000 personas cada año por falta de antibióticos eficaces.
-La otra causa es que los precios de los medicamentos se han disparado: el año pasado se aprobaron medicinas a más de 300.000 euros por tratamiento. Y siguen subiendo. A estos precios no los podremos pagar. Y el gasto excesivo que hacemos por los altos precios detrae recursos de profesionales y de otros medios de diagnóstico y tratamiento muy necesarios para la atención sanitaria.
La causa de estos precios tan altos, y la causa de que no se investigue en vacunas o medicamentos contra procesos infecciosos, son las patentes, los monopolios que los gobiernos conceden a las empresas con la justificación de financiar la investigación.
Ahora, con motivo de esta crisis, las empresas farmacéuticas están trabajando para descubrir una vacuna, pero no comparten la información con otras empresas y otros grupos de investigación públicos y privados, porque quieren tener la exclusiva, la patente, para poder fijar precios altos y lograr que suban sus acciones. Pero al no compartir la investigación, se retrasa el descubrimiento de las vacunas. Y si los precios fijados fueran altos, muchas personas y países no los podrían pagar.
Fijémonos en que el sistema de patentes y monopolios hace que en España paguemos un sobre-precio en medicamentos de 8.000 millones de euros al año, además de los costes de fabricación y de investigación. Por eso, ante la crisis provocada por el coronavirus, es muy razonable la propuesta del Presidente de Extremadura, el Dr Fernández Vara, pidiendo que se reduzcan los precios de los medicamentos y que con el ahorro obtenido se financie la contratación de personal y medios de diagnóstico y tratamiento necesarios.
Así mismo, se podría reforzar una plataforma pública de investigación, en coordinación con otras plataformas públicas europeas, para avanzar rápidamente en el desarrollo de vacunas, antivirales y antibióticos, y ofrecer medicamentos a precios asequibles al sistema sanitario público, en esta crisis y en otros problemas de salud actuales y futuros.
Con el esfuerzo de todos vamos a superar la crisis del coronavirus, pero el problema de la falta de investigación en prioridades de salud y de los altos precios de los nuevos medicamentos seguirá ahí. Por eso, tenemos que seguir reclamando más investigación pública, más transparencia y cooperación, y unos precios justos de los medicamentos, que tienen que ser reconocidos como un bien público y no como un objeto de especulación. Nos va la vida en ello.
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