En un extenso artículo publicado por la revista Lancet el pasado 17 de octubre (1) se analiza la Esperanza de Vida al Nacer (EVN) y la Esperanza de Vida en Buena Salud (EVBS) de 204 países y territorios del mundo, tomando los datos del Estudio Carga Global de Enfermedad, del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud, de la Universidad de Washington. El estudio se refiere al año 2019 y anteriores, por lo tanto, no tiene a la vista el impacto negativo que a lo largo de 2020 habrá producido la pandemia de la COVID-19. Pero sí permite analizar la evolución durante lo últimos años.
Según los autores, la Esperanza de Vida al Nacer ha aumentado en el mundo de 67,2 años en el año 2000 a 73,5 años en 2019, 6,3 años más. Así mismo, la Esperanza de Vida en Buena Salud ha aumentado de 58,6 años en 2000 a 63,5 años en 2019, 4,9 años más. La EVBS ha aumentado en 202 de los 204 países del mundo. Es una magnífica noticia. Millones de personas en el mundo han podido prevenir o superar enfermedades y disfrutar unos años más de la vida, con menos sufrimiento.
Si ampliamos el periodo estudiado, vemos que la EVN en 1950 era de 51,1 años, frente a los 73,5 de 2019, 22,4 años más. El avance logrado por la humanidad ha sido impresionante. Sobretodo debido a la disminución de la mortalidad infantil. Así, en 1950 murieron 19,9 millones de niños menores de 5 años. En 2000 eran 9,6 millones. Y en 2019 fallecieron 5 millones. Siguen siendo muchísimos. Pero la reducción, debida a la mejora de las condiciones económicas de salud, es muy notable.
En efecto, el estudio señala que, aunque los servicios sanitarios tienen un importante papel en el cuidado y mejora de la salud, se observa una clara relación entre las condiciones socio-económicas y la salud. Es preciso seguir mejorando la atención sanitaria, pero es fundamental mejorar las condiciones de vida, alimentación, vivienda, trabajo, y educación de las personas y las poblaciones.
Si miramos a España sigue presentando buenos resultados en 2019, siendo el 5º país del mundo, y el primero de la Unión Europea con mayor esperanza de vida en buena salud. El mismo quinto puesto ocupa, junto a Italia, respecto a la esperanza de vida al nacer más alta.
Esperanza de Vida al Nacer | Esperanza Vida en Buena Salud | |
Singapur | 84,9 | 73,9 |
Japón | 84,8 | 73,3 |
Islandia | 84,1 | 71,9 |
Suiza | 84,0 | 71,7 |
España | 83,1 | 71,3 |
Italia | 83,1 | 71,0 |
En comparación, EEUU presenta una EVN de 78,9 años (4,2 años menos que España) y una EVBS de 65,2 años (6,1 años menos que España). A pesar de tener una economía más potente y una renta per cápita mucho más alta, las desigualdades sociales y la falta de un sistema sanitario universal se traducen un impacto negativo para la salud. Buen recordatorio para seguir defendiendo nuestra sanidad pública frente a quienes quieren importar el modelo de seguros privados norteamericano.
En conclusión, aunque en el mundo y en nuestro país, siguen habiendo tasas de pobreza y desigualdad insoportables, aunque muchos pueblos siguen sufriendo el azote de la guerra, durante los últimos 20 años la humanidad ha seguido avanzando, poco a poco, paso a paso. Esta evolución de la esperanza de vida nos debe animar a seguir trabajando. A seguir luchando por la igualdad de todas las personas, por la mejora las condiciones laborales y retributivas, por un sistema fiscal justo y progresivo que permita desarrollar políticas sociales eficaces, y por un acceso universal a una sanidad pública de calidad. En tiempos de pandemia, animémonos a seguir construyendo esperanza.
(1)
Wang H et al. Global age-sex-specific, mortality, health life expectancy (HALE), and population estimates in 204 countries and territories, 1950-2019: a comprehensive demographic analysis for the Global Burden of Diseases Study 2019. The Lancet 2020, 396; 10248: 1160-1203.
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)30977-6/fulltext
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