A lo
largo de los siglos la humanidad ha alcanzado grandes metas como la abolición
de la esclavitud, la generalización de sistemas democráticos en casi todas las
naciones, o la producción de alimentos suficientes para poder dar de comer a
todas las personas que habitan el planeta.
La
lucha de clases (los desposeídos contra los poderosos) ha sido un motor para lograr estos cambios, y lo sigue siendo en los cinco continentes.
Es la lucha contra la desigualdad y contra la injusticia. Por otro lado, a través de la historia las civilizaciones humanas han aprendido que podemos
lograr más bienestar para todos si somos capaces de cooperar, aplicando el
sentido común, con acuerdos duraderos y justos. Sin embargo, para lograr que se
aplique el sentido común tiene que
haber una fuerza política y social que represente a la mayoría de las personas.
Es decir, para que el sentido común sustituya a la lucha de clases, la mayoría debe tener la fuerza suficiente para que una minoría poderosa no pueda
imponer su sentido particular de las cosas y se avenga a colaborar en el
proyecto común de todos, respetando las diferencias y garantizando la igualdad.
Para que, por ejemplo, además de producir alimentos suficientes aceptemos
repartirlos de forma equitativa y no mueran cada día miles de niños por hambre, como ocurre
hoy.
La
humanidad puede seguir avanzando. Podemos construir un mundo en paz, sin hambre
y sin fronteras, donde todos los pueblos cooperen activamente para el bienestar
común. Esto requiere de la voluntad de cada una y cada uno. Una decisión ética
que nace de la convicción de que todos los seres humanos somos iguales de raíz
y debemos disfrutar los mismos derechos, independientemente de nuestro lugar de
nacimiento, el color de la piel, el sexo o las creencias personales. Solo desde
la convicción de que todos somos hermanos miembros de una gran familia humana, es posible soñar en la Utopía.
Mientras
tanto tendremos que seguir luchando. Por sentido común.
Querido Fernando: He descubierto tu Blog y ¡cuánto me alegra saber que sigues comunicando tus ideas tan bien como acostumbrabas! Ahora ya sé en donde seguirte como venía haciendo últimamente gracias a los medios de comunicación. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarantonio.garcia.castineira@sergas.es