Los datos no cuadran.
El Gobierno ha situado como objetivo principal
de su política económica la reducción del déficit fiscal. Se afirma una y otra
vez que si reducimos el déficit crearemos empleo y superaremos la crisis. Pero no es verdad.
Por una parte, el Gobierno no ha realizado un
esfuerzo significativo para mejorar los ingresos (reforma fiscal en
profundidad, lucha contra el fraude fiscal) sino que ha cogido la tijera y
recorta servicios públicos (sanidad, educación, servicios sociales),
plantillas, salarios, etc. La reducción del déficit esta siendo la coartada para el
recorte de los derechos de la clase media, de los trabajadores, de los más
débiles (Ver Déficit = Ingresos – Gastos, no solo gastos http://bit.ly/IxW6s1 ).
Por otra parte, el recorte de los derechos de
los trabajadores, la reducción de empleos en el sector público, la disminución
de inversiones, el freno al sector público no están creando empleo, sino todo
lo contrario.
Me han llamado la atención los datos que el
Fondo Monetario Internacional ha divulgado con sus previsiones para 2012 (1, 2
y 3):
EEUU tendrá un déficit de -8,2% del PIB, mayor que el de España; un
crecimiento del 2,2% del PIB, y una tasa de paro del 8,2%.
Reino Unido tendrá un déficit de -8,1% del
PIB, una variación del PIB negativa de -0,4%; y una tasa de paro de 8,1%.
Japón tendrá un déficit de -9,9% del PIB; un crecimiento del 2,2%
del PIB; y una tasa de paro del 4,5%.
India tendrá un déficit de -8,9% del PIB; un
crecimiento del 4,9% del PIB.
España, después de los recortes de de gasto
público de 2010, 2011 y 2012 tendrá un déficit de -7% del PIB, el menor de las
economías que he citado. Pero la economía agravará su retroceso, con un
descenso del PIB de -1,5%, el mayor de los países comparados. Y la tasa de paro
será también la mayor, con un 24,9% de la población activa.
¿Pero no se iba a crear empleo? Entre el año
2009 y 2012 las tasas de desempleo en EEUU han bajado de 9,3 a 8,2. En Japón
han bajado de 5,1 a 4,5. Y en Reino Unido ha crecido el paro de 7,5 a 8,1% de
la población activa. En España la tasa de paro ha pasado del 18 al 24,9%. Es decir, con
déficits más grandes que el de España, el comportamiento del empleo y del
crecimiento es mejor en estos países. Porque la causa del paro en España no era el déficit público, sino la
explosión de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera mundial.
Entretanto, la prima de riesgo, los intereses
que tienen que pagar los españoles (tesoro público), las empresas y los
particulares es mayor cada vez. Esto hace que aumente el
déficit, y que para frenarlo se hagan nuevos recortes sociales.
Al mismo tiempo, el FMI nos informa que en los
últimos 12 meses las grandes fortunas han sacado de España 296.000 millones de
euros, un tercio del PIB, o cuatro veces lo que cuesta toda la sanidad pública
española. Esta sangría forzará nuevas ayudas de los contribuyentes a los
bancos, reducirá aún más el crédito a las empresas y agravará las cuentas
públicas. Es una decisión insolidaria. Pero ¿puede pedírsele solidaridad al
capital? ¿No será más eficaz hacer leyes que impidan esa sangría, y hacer que se cumplan?
Y es aquí donde los Gobiernos de España y de
Europa siguen sin abordar la solución de esta crisis. El origen de la crisis es
la desregulación financiera y urbanística. Leyes que se cambiaron para
“facilitar la actividad económica” y que hay que volver a rehacer. Reglas de
juego que han favorecido a unos pocos, que se han hecho y se siguen haciendo
multimillonarios, y están perjudicando a una gran mayoría de la población. Hemos
de insistir una y otra vez. Este capitalismo financiero, deslocalizado, sin
alma y sin compromiso social, necesita un control fuerte desde los Gobiernos, en
los ámbitos nacionales, europeo y mundial (Ver Panfleto contra la codicia http://bit.ly/PGPedo ).
Cinco años después del comienzo de la crisis siguen
comercializándose productos financieros de alto riesgo, siguen existiendo
paraísos fiscales, sigue sin establecerse un impuesto a las transacciones
financieras, siguen permitiéndose ganancias desorbitadas a los especuladores y
ejecutivos de las grandes empresas. Es preciso que los Gobiernos actúen para
corregir la causa de la enfermedad, y no solo los síntomas. Es como si una
hemorragia localizada y persistente se quisiera tratar haciendo adelgazar al paciente, y
dejándole en la cama para que consuma menos, mientras sigue desangrándose.
Es urgente, reorientar la política económica en
España y en la Unión Europea para que no se siga desmontando la protección
sanitaria y social.
Referencias
- IMF Fiscal Monitor Update, july
16, 2012.
- IMF World Economic Outlook,
October 2012.
- IMF Data Mapper
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