Este es un nuevo ejemplo de lo que venimos
llamando la financiarización del sector farmacéutico.
KaloBios era una pequeña empresa farmacéutica
enfocada a medicamentos oncológicos (anticuerpos monoclonales), radicada en los
EEUU. Durante el año 2015 las cosas no le fueron bien. Las moléculas en estudio
no superaron los ensayos clínicos. El valor de cada una de las 4.123.000 acciones de la empresa cayó de 14$ en diciembre de 2014 a 4$ en junio de 2015 y a 2$ en agosto. En noviembre
la empresa anunció que despedía a la mayor parte del personal. El viernes 13 de
noviembre emitió un comunicado diciendo que habían fallado varias alternativas
estratégicas y que iba a comenzar el cierre (Wind Down Operations). Las
acciones habían caído a 0,90$ y se estaban vendiendo por debajo de ese valor a
lo largo del lunes 16.
Dos dias después, el miércoles 18, el Sr
Martin Shkreli anunció que había comprado 1,2 millones de acciones y controlaba
más del 50% de las acciones con otros asociados. La empresa no cerraba. Ese
miércoles se presenció una de las subidas más espectaculares en la bolsa. A lo largo de pocas horas subieron a 5, 10, hasta 19$ por acción. El día 19 de noviembre Shkreli
fue nombrado Director Ejecutivo (CEO) y Presidente del Consejo de Administración.
El valor de las acciones el 14 de diciembre se situaba en 27$, después de haber superado los 30$
durante varios días.
En resumen: la capitalización de la empresa en
bolsa, su valor en el mercado, que era de 3,7 millones de dólares el día 16 de
noviembre, subió a más de 110 millones en solo diez días… aunque no sabemos por
cuánto tiempo.
¿Qué había pasado?
La economiía virtual negocia con
“expectativas”. El anuncio de la toma de control por el Sr Shkreli disparó el
valor de las acciones, porque generó “expectativas”. Todavía no había hecho
nada. Pero los inversores suponían que lo haría, y pronto. Una posibilidad era
fusionar KaloBios con su otra
empresa, Turing Pharmaceuticals. Recordemos que en agosto de este mismo año, Turing
Pharmaceuticals compró los derechos sobre un medicamento para la toxoplasmosis,
el daraprim, y subió el precio de la pastilla de 13,5 a 750 dólares (¡por una
pastilla que cuesta 0,5$!). (1)
¿Cuál es la nueva operación?
Apenas dos semanas después de ser nombrado CEO
y Presidente, el Sr Shkreli
anunciaba en rueda de prensa el pasado 3 de diciembre, que KaloBios acababa de
firmar un acuerdo para comprar a la empresa Savant Neglected Diseases, LLC, un
“Programa de tratamiento de la enfermedad de Chagas, con Benznidazole”. Por esa
compra pagaría 2 millones y unos royalties de las ventas futuras. (2)
Inmediatamente, dijo, solicitaría autorización
a la FDA (agencia reguladora de medicamentos en EEUU) para la comercialización
del producto. Si consigue ser la primera lograría un monopolio (exclusividad)
durante unos 5 años en este país.
Según el New York Times, la expectativa de
ventas del medicamento para la enfermedad de Chagas que tiene el Sr Shkreli es
de 3.000 a 7.000 tratamientos año y el precio por tratamiento, que en los
países de América Latina se vende a 50-100$, lo fijaría a
60.000-100.000$, similar a los medicamentos para la Hepatitis C.
Pero hay quien opina que el verdadero interés
del nuevo Presidente de KaloBios es conseguir que la FDA le conceda un “Vale de
Revisión Prioritaria” (Priority Review Voucher), gracias al programa aprobado
en 2007 por el que las compañías que logren la aprobación de un medicamento
para una enfermedad tropical reciben este premio. Este “Vale” supone que la tramitación
de la patente de otro medicamento se acelere unos 4 meses. Estos vales se
pueden vender por 200-350 millones de dólares a otras empresas más grandes,
para las que 4 meses más de comercialización de un nuevo medicamento en
situación de monopolio pueden suponer
varios miles de millones (por ejemplo, Retrophin, la antigua empresa de
Shkreli, vendió un “voucher” a Sanofi por 245 millones de $). La justificación
de este “voucher” es que se investigue en estas enfermedades y se incorporen medicamentos
útiles para beneficio de los pacientes. Parece que este no sería exactamente el
caso. Es un medicamento antiguo, que se comercializa a un precio mucho menor en
países de América Latina. Sería un claro abuso de la regulación actual y del
sistema de monopolio que los Gobiernos conceden a las empresas, dándoles un
poder de mercado que les permite fijar precios por encima del coste de fabricación para recuperar el coste de investigación, pero no les debía permitir fijar precios exorbitantes sin relación con el coste de investigación. Quizá el Gobierno
de EEUU reaccione en esta ocasión y la operación se frustre. De momento está
lanzada.
Vemos que hay dos elementos en esta operación que tienen que ver con el modelo de patentes y exclusividad: la posibilidad de tener monopolio de venta durante cinco años; y la posibilidad de obtener un "voucher" que concede cuatro meses más de monopolio a un determinado medicamento. Estos elementos son los que usa la nueva KaloBios para generar "valor" y posibles beneficios.
En otro lugar hemos comentado con algún detalle el sistema de patentes, la justificación que tuvo en su momento para financiar vía precio la investigación y el desarrollo, y la distorsión actual del modelo que hace necesario su cambio. (3)
En otro lugar hemos comentado con algún detalle el sistema de patentes, la justificación que tuvo en su momento para financiar vía precio la investigación y el desarrollo, y la distorsión actual del modelo que hace necesario su cambio. (3)
¿Dónde falla el sistema?
¿En la excesiva ambición del Sr Shkreli y de
algunas empresas farmacéuticas? No. Esto es natural. La codicia es el motor de
este sistema económico. El fallo está en la falta de equilibrio, en la falta de
respuesta por parte de los Gobiernos ante la nueva situación de abuso. En la
falta de equilibrio entre los intereses de estos ejecutivos y el conjunto de la
sociedad representada por sus Parlamentos y sus Gobiernos. El fallo está en la
Administración, en la regulación, en la legislación, que no responde a esta
financiarización de la industria farmacéutica y del medicamento retirando el
poder de mercado que les da el monopolio (patente, exclusividad de datos).
El sistema de monopolio (patente de medicamento) se desarrolló en Europa hace 30-40 años
para incentivar la investigación en otro contexto industrial muy distinto. Se
pagaba un sobreprecio razonable para que la empresa innovadora recuperara los
gastos de investigación. Había un equilibiro. Desde hace 10-15 años esto ya no
es así. Las empresas empezaron a pedir precios mucho más altos, utilizando el "dossier de valor”, en lugar del "dossier de costes", y vieron que las Administraciones lo toleraban. El modelo
de investigación y el riesgo de la misma, estaban cambiando también. Las grandes empresas compraban los derechos
sobre moléculas que investigaban pequeñas empresas ligadas a universidades y
con proyectos financiados con ayudas públicas. Por otra parte, los mayores accionistas
institucionales de las farmacéuticas son hoy fondos de pensiones y fondos de
inversión. Su marco de análisis determina que los productos farmacéuticos se
vean como productos financieros que generan expectativas basadas en el
monopolio que consiguen en determinados mercados y en la influencia sobre los
diferentes agentes que intervienen (Administración, profesionales sanitarios,
asociaciones, revistas científicas, etc.). ¿Dónde queda en este nuevo escenario el valor humanitario de la medicina y de los medicamentos? ¿Dónde queda el equilibrio industria / instituciones públicas?
La Administración debería retirar la
exclusividad al comprobar que se abusa de la patente. Debería cambiar el modelo
de financiación de la investigación. Pero no lo hace. Permite que se fije el
máximo precio que está dispuesto a pagar y puede pagar cada país (“what the
market will bear”, el “precio por valor”). La patente, el monopolio, que estaba
diseñado para recuperar los gastos de investigación, ya no se justifica en este nuevo contexto. Y, mientras tanto, según datos del CIS, dos millones de
pacientes en España no pudieron pagar
los medicamentos en 2014, y la factura farmacéutica está costando a los
contribuyentes un 30% más de lo que debería (por sobre-precio y sobre-prescripción).
Pero los “mercados” saben que costará mucho cambiar este sistema. Quizá no se
cambie hasta que estalle como estalló la burbuja inmobiliaria de las hipotecas
basura en 2007.
Entretanto, parece que seguirá siendo posible
ganar 100 millones de dólares en 10 días.
(2)
http://www.nytimes.com/2015/12/12/business/martin-shkrelis-latest-plan-to-sharply-raise-drug-price-prompts-outcry.html?_r=0
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