La Corte Federal de Canadá obliga al Gobierno a
que entregue los datos no publicados de ensayos clínicos de tres vacunas contra
el Papiloma, además de los ensayos del Tamiflu y de Relenza.
Es interesante la decisión de los Tribunales de
Canadá dando la razón al Dr Peter Doshi frente al Gobierno canadiense, para
exigir transparencia en los datos de los ensayos clínicos (1).
El Dr Doshi reclamaba los datos de los ensayos de Tamiflu, Relenza, Gardasil,
Gardasil 9 y Cervarix, para poder evaluar de forma independiente (sin los
sesgos producidos por la financiación de los estudios por parte de la
industria) la efectividad real, y los riesgos por efectos adversos.
El Tribunal Federal ha tenido en cuenta para
tomar su decisión la llamada ley Vanessa. Esta Ley había sido aprobada por el parlamento
canadiense a raíz de la muerte por infarto cardíaco de Vanessa Young el 19 de
marzo de 2000, después de haber tomado el medicamento Prepulsid que le habían
recetado. El padre de Vanessa, Terence Young, buscó información sobre las
causas de la muerte de su hija, preguntando por qué no se le advirtió de los
riesgos y efectos adversos del medicamento, y promovió una serie de acciones,
entre otras esta Ley, para intentar evitar que le sucediera a otras personas
(2).
La casualidad ha querido que coincida en el tiempo otra noticia
relacionada con los ensayos de las vacunas contra el virus del papiloma, que también es importante. Para
intentar ofrecer información objetiva, libre de sesgos, a los médicos y a la
sociedad, se creó la Colaboración Cochrane, que realiza revisiones de los
ensayos clínicos relativos a diferentes medicamentos, para tratar de objetivar
su calidad y su independencia. Sin embargo, recientemente, Lars Jorgensen,
Peter Gotzsche y Tom Jefferson denunciaron que la revisión Cochrane de
las vacunas del papiloma virus era incompleta e ignoraba importantes evidencias
de sesgos. Además, señalaba los conflictos de interés (financiación de la
industria) de varios revisores y de los ensayos clínicos analizados (3). A raíz de esta crítica, la organización Cochrane
ha anunciado que llevará a cabo una investigación urgente sobre esta revisión.
Lograr la transparencia en relación con la
información sobre los ensayos clínicos es muy importante. Pero hasta que no se
hagan los ensayos clínicos con financiación pública directa y sin entregar la
financiación a la industria (a través de los sobre-precios de los medicamentos,
protegidos por monopolios, que pagamos los pacientes y los sistemas de salud),
no se logrará realmente una investigación independiente. Desligar los precios que pagamos por los medicamentos y la financiación de la investigación, suprimiendo el sistema de patentes y de
exclusividad que concede tan enormes beneficios a la industria farmacéutica, es el paso previo para lograr una investigación basada en las
necesidades de salud, donde se dediquen recursos a investigar en salud pública,
atención primaria, cuidados, etc., además de en medicamentos útiles e
innovadores, que sean eficaces y tengan un umbral de seguridad razonable y conocido.
(1) Iacobucci G 2018. Canadian government ordered
to release unpublished Tamiflu data in landmark ruling. BMJ 2018; 362:k3112,
published online 13 july 2018.
(3) Jorgensen
L, Gotzsche P, Jefferson T 2018. The Cochrane HPV vaccine review was incomplete
and ignored important evidence of bias. BMJ Evidence-Based Medicine. Published
online First: 27 july 2018. Doi:10.1136/bmjebm-2018-111012
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