Al leer los testimonios que recoge Ivanna
Vallespín en El País del 6/6/2013 pensé: esto ya lo he leído antes, y sentí un
escalofrío.
“A veces, te puede venir un niño con dolor de
estómago por la mañana” (describe Núria García, directora de la escuela Sant
Josep Oriol, Barcelona, 2013).*
“En los dos últimos años hemos tenidos casos
graves, con algún desmayo de un niño”
(explica Francesc Freixanet, director de la escuela Antaviana,
Barcelona, 2013).*
“El enfermo afecto de este mal siente, a media mañana, cuando lleva algún tiempo de camino por los senderos que
le conducen al huerto, o de trabajo en éste, una sensación de agudo
dolorimiento en el epigastrio, como un perro, como una garra, todo da vueltas
en torno al enfermo y éste se ve obligado a sentarse, y aliviar la molestia
apretándose el vientre con las manos. El brevísimo almuerzo del mediodía calma
estos trastornos que reaparecen más tarde. El diagnóstico de esta afección es
elemental: se trata de hambre aguda”. **
Este último párrafo está tomado del informe sobre la
situación sanitaria de las Hurdes que presentaron los doctores Gregorio
Marañón, Bardají y Goyanes, en 1922.
A lo largo de la segunda mitad del siglo XX la
comarca de las Hurdes se transformó en una comarca productora,
turística, con buenos servicios, con buenas escuelas y con una calidad de vida
similar a la del resto de otras regiones europeas.Y lo mismo ocurrió en toda España. El relato de Marañón nos hablaba de un país muy distinto, atrasado,
analfabeto, donde la inmensa mayoría sufría el abuso de unos pocos.
Y ahora esto. Esta vuelta al pasado, que es
hoy. Relatos de hoy que parecen increíbles en la España del siglo XXI.
Cuando a mitad de la mañana el niño se queja
de dolor en el estómago, dice
Núria García “si preguntas, a lo mejor descubres que lo último que ha comido es
un bocadillo a las siete de la tarde”. Hambre aguda, según el diagnóstico de
Marañón.
No podemos mirar para otro lado. No hay
derecho a que con el nivel de renta del país haya niños en España que están pasando hambre mientras otras personas reciben pensiones de 88 millones de euros. No
hay derecho a que se retiren prestaciones sociales y se bajen las pensiones de
la mayoría mientras, al mismo tiempo, las personas con más riqueza acumulada la multiplican. No hay derecho a que estas personas evadan sus impuestos y dejen
de ingresar cada año en la Hacienda Pública 80.000 millones de euros, dinero más
que suficiente para evitar que nos impongan recortes en la ayuda social, la educación
pública, la sanidad o las pensiones a los que sí pagamos los impuestos. No hay derecho a que, mientras se hacen
esos recortes, en 2012 se hayan dado más de 30.000 millones de euros de ayudas a los
bancos, con el dinero de todos y, además, los bancos nos hayan cobrado otros tantos
millones de intereses. Se trata de un despropósito a gran escala que tenemos
que frenar y revertir cuanto antes para no volver a un pasado de injusticia y
hambre. Es preciso volver a construir un reparto más justo de las cargas y de
los derechos. Todavía estamos a tiempo.
*
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/06/05/catalunya/1370463373_728987.html
**Marañón G. Viaje a las Hurdes. El
País-Aguilar. Madrid, 1993.
Lo que no es posible es que se paguen 4 millones por la contrata del bar del Congreso cuando en el 2010 no había contrata y si beneficio y que me cierren los comedores escolares, comedores que de cierta forma están paliando en parte estos casos de crios que no tienen para comer en su casa. Ya de los servicios sociales ni hablo porque entre tanta penuria no dan a basto.
ResponderEliminar¿Hacia dónde vamos?. Sigo confiando en las personas, porque cada día hay más gente que demuestra solidaridad hacia los que más lo necesitan, pero no confío en el sistema. Un sistema que solo ve a las personas como simples consumidores y otras veces, como números. Es indignante esta situación y lo peor, que los más inocentes, los niños, ya lo están sufriendo en sus carnes. ¿Quién lo diría en pleno siglo XXI y en España?. Y la solución sigue estando en el principal problema que ven los españoles después del paro. La solución está en la POLITICA, en los grandes acuerdos y en eliminar los servilismos a las grandes empresas financieras que solo buscan un beneficio económico, olvídándose del beneficio social. La POLITICA en mayúsculas. Buscar grandes consensos en lo más básico,y no solo en establecer un techo de déficit en la Constitución. Eso no da de comer, y por desgracia, ahora, lo que importa es eso, dar de comer....A lo que estamos llegando Fernando. Un fuerte abrazo y sigue así. Juanjo Simarro.
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