domingo, 9 de agosto de 2015

¿Es razonable sueldo de 1,8 M€, que empresa cobre a trabajadores de sus propinas, o precio de medicamento de 178.000$?

En los calores de agosto, las noticias de los periódicos pasan, a veces, desapercibidas. Las lees pero no les haces mucho caso; te llaman la atención, pero no lo suficiente para reaccionar. A veces quedan en la retina y en la memoria y le piden a la conciencia que haga una reflexión sobre ellas... Ahí van las mías.

Leí ayer en El País que un directivo de banca cobrará 1,8 millones de euros al año hasta que se muera: sueldo vitalicio (equivalente al sueldo anual de 36 médicos, por ejemplo). Me parece inmoral. Será legal, pero es injusto. No es una retribución proporcionada al esfuerzo y al mérito. No es un buen ejemplo para la sociedad. Me dice un amigo: pero es que es una empresa privada, si lo deciden sus accionistas es su problema. Lo que ocurre es que el sector de la banca, una y otra vez, la última en 2007, genera crisis sistémicas que nos cuestan mucho a todos los trabajadores, empresarios y contribuyentes. En la última crisis bancaria, sus excesos nos ha costado un 30% de nuestros salarios, nuestras pensiones, nuestros ahorros... Y, a pesar de eso (o, precisamente porque se basan en los mismos principios) los directivos de la banca siguen no teniendo prudencia al fijarse esos sueldos desmesurados, ofensivos, brutales. Cuando un directivo de una empresa fuerza las reglas del juego de tal manera, sabiendo que no aporta nada a la sociedad, está creando las condiciones para una confrontación social, o un proceso degenerativo que conduzca a la descomposición del sistema. Cuando los legisladores y los gobiernos lo permiten, no están sirviendo a la sociedad.

En otra noticia, esta de hoy en The Guardian, dice que una empresa que reparte pizzas a domicilio va a quedarse con un 8% de las propinas de sus empleados. No solo son salarios de miseria, no solo son contratos basura, por horas o por días, es que además se quedan con las propinas de los trabajadores. ¿No debería provocar la indignación de todos los trabajadores, de los sindicatos? ¿No deberíamos darnos cuenta que es un proceso de abuso que no tiene límite si no se frena con una reacción proporcionada?. Pero la capacidad de reacción de sindicatos y trabajadores está bajo mínimos. La nueva sociedad es la del sálvese quien pueda: el individualismo. La desconfianza de los trabajadores hacia las organizaciones de trabajadores es enorme. La participación en las elecciones sindicales es muy baja y la afiliación a los sindicatos, ridícula. Es preciso reflexionar sobre esta cuestión, porque uno solo no puede conseguir nada. Los trabajadores debemos estar unidos para conseguir defender nuestros derechos. Es preciso generar un nuevo sindicalismo, una nueva organización de los trabajadores con capacidad de hacer frente a los abusos de algunos empresarios sin conciencia. Y esas organizaciones no pueden caer en las rigideces del pasado, en las inercias y las situaciones de connivencia de algunos dirigentes. Tienen que reinventarse.

La última noticia, también de hoy, es del New York Times y cuenta que una medicina para tratar la leucemia, Blincyto, tiene un precio de venta de 178.000 $ por tratamiento. Los precios de los nuevos medicamentos son tan altos que no se pueden pagar por los pacientes o por los sistemas de salud sin poner en riesgo la economía de la familia o del país. Lo tremendo es que el coste de producción es mucho menor. Y el precio debería ser mucho menor, accesible para todos los enfermos. El precio de medicamento protegido por patente tiene que fijarse según lo que cuesta producirlo (incluyendo los costes de investigación), no debe fijarse en función de la capacidad de presión del laboratorio para lograr el máximo valor que pueda pagar un cliente. Este es un debate crucial para que todos los pacientes que necesiten un medicamento puedan acceder a él. Puede pasarte a ti mañana. Y no estaremos en condiciones de ayudarte. Este debate hay que hacerlo ahora. Aunque estemos en agosto.




1 comentario:

  1. Fernando, como siempre una buena reflexión, debiera hacer pensar a muchos que los excesos de unos -en todos los campos-, en el de esos sueldos, en el de la explotacion de los recursos naturales, en el forzar medidas que ponen en peligro paises enteros o la vida de las gentes, etc. hacen que este mundo en el que estamos viviendo no se levante contra esos excesos que al final pagamos todos. O es que esas oleadas de emigrantes que intentan cruzar el mediterraneo no son frutos de los excesos de esos mismos que no tienen escrupulos que ponerse esos sueldos. Ver hoy que el presidente de BBVA cobra 15.000 euros diarios es para ir al banco y ponerlo patas arriba.
    Gracias Fernando por tus aportaciones y por sus claridad a la hora de exponerlas.

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